*.- Investigaciones en BC así lo confirman, señaló Arce

*.- Más de 3 mil millones de dólares el daño a PEMEX

*.- Pide la participación de la SSP para vigilar los ductos

El crimen organizado está robando las gasolinas en Baja California, denunció el Diputado federal panista Óscar Arce Paniagua, quien reveló que investigaciones de las autoridades correspondientes, así lo reflejan.

Informó que de 45 “tomas clandestinas” que fueron detectadas durante 2010 en Baja California, la mitad de ellas fueron ejecutadas por la delincuencia organizada, motivo por el cual solicitó por escrito este viernes, al Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, que se haga cargo de la vigilancia de los ductos de PEMEX en baja California.

En entrevista telefónica con Agencia Fronteriza de Noticias de Tijuana, Arce dijo que el daño patrimonial para la estatal con la “ordeña” en esas 45 “tomas” descubiertas el año pasado, fue de 3 mil millones de dólares, en tanto que el crimen organizado obtuvo mucho más con la venta de las gasolinas. 

Según lo que el legislador dijo a AFN, Baja California ocupa actualmente el noveno lugar en el tema de esas perforaciones clandestinas, que son hechas con equipo especializado, al cual puede tener acceso el “crimen organizado”, con la colusión de ex funcionarios de PEMEX y de técnicos que les han prestado servicio. 

El legislador refirió que no queda lugar a dudas de todo lo anterior, ya que en las investigaciones realizadas por la procuraduría se encontró que en la mitad de esas 45 “tomas” se descubrieron en el sitio, otros elementos que comprueban la especie. “Se encontraron mariguana, cocaína y armamento”. 

La petición para que elementos federales custodien estos ductos de Petróleos Mexicanos, fundamentó Arce, es el hecho de que las autoridades locales ni las cuadrillas de PEMEX lo pueden hacer tranquilamente, porque al tratar de inspeccionar “se encuentran con personas que tienen armas largas y esto lo puede atacar la policía federal con más fuerza”.

Sobre la colusión con ex funcionarios o técnicos de PEMEX, Arce dijo que se comprueba con las confesiones que han hecho varios de los detenidos por parte de la Procuraduría, quienes han reconocido haber laborado para Petróleos Mexicanos, por lo que las “tomas” se hacen técnicamente bien. 

Arce Paniagua hizo notar que este tema no es privativo de baja California, ya que a nivel nacional se han detectado por lo menos 600 tomas clandestinas y se ha observado que se repite el patrón de la injerencia de los delincuentes. 

“Lo que se extrae del Centro y sur del país, el 70% se vende hacia América Latina en tanto que lo que se “ordeña” en el norte, más del 50% se exporta hacia Estados Unidos, lo que implica además que ese país también hace su parte en comprar gasolinas robadas”. 

Peligroso que continúen los derrames

Por lo que advirtió al Secretario de Seguridad Pública del país, Arce dijo que lo sucedido en Plan Libertador, de Playas de Rosarito, es una alerta de lo que ha sucedido en Guadalajara y en Puebla, donde se perdió la vida de decenas de personas. 

Arce también dijo al Secretario de Seguridad que en estos momentos Rosarito y Tijuana son los dos municipios de Baja California que se encuentran en riesgo, por lo que urgió una coordinación con PEMEX a fin de que elementos de la policía federal inicien con el resguardo de los ductos que trasportan gasolina y diesel. 

Posteriormente y ante medios de comunicación de la capital del país, Óscar Arce señaló que el combate al crimen organizado por parte de las autoridades, los está orillando a otro tipo de actividades ilícitas para financiarse, como es el caso de la “ordeña” de los ductos. 

Consideró como un gran peligro un derrame como el ocurrido en Baja California, sobre todo considerando que en las ciudades de Tijuana y Rosarito existen asentamientos humanos pegados a los ductos, por lo que una válvula o un orificio perforado pueden ocasionar pérdidas millonarias a PEMEX y peor aún poner en riesgo la vida de personas. 

Arce estimó además que debe haber coordinación entre los municipios que integran la zona metropolitana de Tecate-Tijuana-Rosarito, para trabajar en un sólo eje en sus desarrollos urbanos así como en sus programas de Protección Civil, para hacer frente a cualquier catástrofe que se presente como es el caso de el derrame de combustible al aire libre.