Las aclaraciones.

Por : Gilberto LAVENANT

 

Después de todo, los “periodicazos”, mediante los que se puso de manifiesto que el XX  Ayuntamiento de Tijuana, con el proceso de refinanciamiento duplicó la deuda, en principio, tuvieron un efecto directo : obligó a las autoridades municipales a hacer una serie de aclaraciones, aunque al final de cuentas, no fueron tan claras como se requiere y quizás muchos ni las entendieron. Sin embargo, para no verse mal, ni causar el enojo del Alcalde Carlos Bustamante, optaron por decir que todo fue muy claro.

 

Para empezar, lo que se creía sería una conferencia de prensa, fue algo así como una reunión de consensos, de convalidaciones, en la que los periodistas presentes escucharon y tomaron nota, pero los representantes de los diversos sectores sociales, con su presencia y complacencia, simplemente convalidaron el proceso de refinanciamiento.

 

Así mismo, cabe observar que se aclara, lo que es dudoso, enredado, complejo, lo que genera dudas, especulaciones, conjeturas. En algunos aspectos, las dudas fueron ampliadas, en otros se fortalecieron las sospechas. Resulta extraño, por ejemplo, que en las publicaciones oficiales sobre este asunto, se manejaron porcentajes y no cifras finales de los adeudos, incluyendo intereses.

 

Pero los presentes aplaudieron. Como aplaudieron cuando en  su momento el exalcalde panista Jorge Ramos les presentó el proyecto del PIRE y el endeudamiento que se contrajo, para realizarlo. Entonces, no hubo grupos que se atrevieran a oponerse, como ahora tampoco los hay. En verdad que dan pena.

 

Y esta, es una de las causas de muchos de los problemas gubernamentales, que directa o indirectamente recaen o afectan en muchos temas sociales. Nadie quiere contrariar a los gobernantes en turno. Es más, ni siquiera a los políticos que ya están fuera de la función pública, como lo es el caso de Ramos Hernández.

 

Distinto sería que al menos se atrevieran a hacer un análisis detallado, formular argumentos a favor o en contra, y determinar los posibles efectos que las deudas municipales provocarán en las finanzas del gobierno local, durante los próximos 20 años.

 

Está claro, de eso no hay duda, que las deudas municipales no las generó el XX Ayuntamiento, a cargo de Bustamante, y aunque opinan a favor del refinanciamiento, no se atreven a precisar el alcance de esto. Ni siquiera se aventuran a imaginar las condiciones en que Tijuana vivirá dentro de algunos años, cuando los recursos públicos no alcancen para cubrir los servicios públicos más elementales.

 

Incluso, no hay quien se atreva a asegurar que efectivamente en el 2031, acabará la pesadilla de los adeudos. Por el contrario, dicen que en el futuro, podrían darse las condiciones para nuevos refinanciamientos, lo que convertiría en crónica la deuda actual. Sobre todo, cabe observar que el dinero no surge por arte de mágia, sino que corresponde a los ciudadanos tijuanenses aportarlo, vía impuestos, derechos o multas.

 

Así mismo, quedó claro, que a 10 meses de la actual administración, aún no logran precisar el cochinero que se heredó de la administración de Jorge Ramos. Ya mero se acaba el tiempo, y la población tijuanense continua esperando que el XX Ayuntamiento precise si el XIX Ayuntamiento incurrió en irregularidades. Hay que recordar que solamente una denuncia penal se ha presentado, en relación con presuntas actuaciones indebidas, la del pago de salario a Gustavo Lemus. Denuncia esta que ya “duerme” en los archivos del Ministerio Público, como muchos otras.

 

Otra cosa que quedó clara, es que la transición del gobierno municipal, de Ramos a Bustamante, ocurrió de noche, obviamente nada clara, al grado de que han tardado varios meses para darse cuenta de lo que realmente les entregaron, una administración casi en bancarrota, casi un caos.

 

Lo que no quedó muy claro, fue cuando el Alcalde habló de intentos de desastabilizar a su administración, al referirse a los “periodicazos”  que lo exhibieron como mal administrador. Probablemente con tal expresión trató de confirmar aquello de que : “…La verdad no peca, pero incomoda”. Aunque aseveró que no se dejará presionar, resulta que los “periodicazos”, le llevaron a organizar el evento de las pretendidas aclaraciones.

 

Tampoco quedó claro, cuando dijo que están haciendo bien las cosas, y que sigan inventando lo que quieran, como tratando de observar que el contenido de los “periodicazos”, fue un mero invento y lo que se inventa, son mentiras. Lo cierto es que las aclaraciones, que podría decirse constituyen la versión oficial, no dejaron sin efecto, porque ni siquiera se precisaron, los diversos aspectos de las deudas municipales, referidos en los “periodicazos”.

 

Lo más delicado de todo esto, es que son muchos los involucrados, copartícipes o cómplices de los endeudamientos municipales. Algunos, cuando ostentaban el cargo de regidores, otros como diputados locales y muchos otros que tuvieron participación, directa o indirecta, en el proceso de refinanciamiento de las deudas. Por ello, muchos quisieran que a  esto, ya le dieran “carpetazo”.

 

Algo que no puede olvidarse, aunque tampoco fue aclarado, fue lo que dijo el Alcalde, en el sentido de que se realizan indagatorias respecto a varios temas, que ya merito concluyen y que habrá sorpresas. 

 

Por lo tanto, se debe reconocer que las aclaraciones, no fueron lo suficientemente amplias, precisas y claras, como muchos esperaban. Que esto de las deudas seguirá generando muchas controversias. Sobre todo, cuando la discusión se lleve al seno de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado, donde ya se preparan para hacer los cuestionamientos que no encontraron respuesta en el evento de las pretendidas aclaraciones.

 

 

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