Los periodicazos.

Por: Gilberto LAVENANT

 

Cuando el internet era solamente una mera posibilidad, o un  sueño casi irrealizable, una teoría, el periodismo impreso “rifaba”. La ciudadanía leía poco, igual o menos que ahora, pero los pocos que leían, estaban al pendiente de lo que publicaban los periódicos. Sobre todo, buscaban cuáles eran las noticias de primera plana. La nota de “ocho columnas”.

 

Cuidado de aquel político que resultara involucrado en alguna de las notas principales de primera plana, de determinado periódico. Su prestigio, fama o carrera, se echaba por la borda, o al drenaje. Claro, de inmediato trataban de hacer aclaraciones, o pretendían desvirtuar lo publicado, con la intención de disminuir el efecto negativo producido.

 

A ese tipo de publicaciones, popular o vulgarmente se les conocían como “periodicazos”. Sobre todo cuando se evidenciaba que había claras intenciones de dañar a determinado personaje. Aunque los había que, por mero cinismo, o simplemente porque desestimaban el efecto del periodismo impreso, aparentaban indiferencia ante lo publicado e incluso hacían como que ni siquiera se habían enterado o no habían tenido oportunidad de leer la nota que les refería, que les exhibía y que les afectaba. Los demás, los que sí estaban al pendiente de este tipo de publicaciones y conocían el efecto o daño que provocan, los miraban, en espera de cualquier reacción. 

 

El lunes pasado, en la primera página del periódico El Mexicano, apareció una nota que podría considerarse como un “periodicazo” : “Bustamante DUPLICO LA DEUDA”, indicaba el título principal. Arriba de este, el llamado “cintillo”, observaba : “Es un fracaso el refinanciamiento”, y luego remataba con lo siguiente : “Tijuanenses pagarán ahora 6 mil 167 mdp, en vez de 3 mil 910 mdp”.

 

Sin necesidad de leer el texto de la nota, claramente se advertía la intención de exhibir al Alcalde de Tijuana, el empresario Carlos Bustamante Anchondo, como un pésimo administrador de las finanzas municipales, pues apenas a 9 meses de iniciada su gestión, dobleteó la deuda del Ayuntamiento local.

 

Pero hagamos a un lado la posibilidad de intenciones malévolas de parte de la empresa periodística, y sobre todo, debe dejarse a salvo el buen nombre de la periodista redactora de la nota. Al final de cuentas, incluso en el afán eminentemente periodístico, la publicación surtió el efecto de un “periodicazo”.

 

La información, no es precisamente una novedad, una revelación o un descubrimiento. Está bien manejada, pero ya era conocida. No se discute la estructura, es sencilla, bien fundamentada. Lo interesante, independientemente de la trascendencia de la nota periodística, es que el periódico dedicó espacios especiales sobre el tema. En la columna Política y Políticos, en la página 6A, en el apartado de Tijuana, observa : “…Tal y como EL MEXICANO lo anticipó meses atrás, el alcalde CARLOS BUSTAMANTE ANCHONDO endeudará más a Tijuana, pues resulta que con el “refinanciamiento” la deuda crecerá de 3 mil 910 millones de pesos a 6 mil 167 millones de pesos y se extenderá hasta el 2031 –no al 2028-, y como ya se firmó no hay marcha atrás, lo que quiere decir que ya nos fregamos”.

 

En otra parte de esa misma columna, señala : “…La realidad de la reestructuración de la deuda es que las siguientes siete administraciones pagarán una cantidad similar de la deuda, aunque al final el costo será mayor. La información establece que cuando inició la administración de CARLOS BUSTAMANTE ANCHONDO, la deuda pública –incluyendo intereses- ascendía a tres mil 910 millones a pagar al 2028, sin embargo el “refinanciamiento” resultó un total fracaso para las finanzas de la ciudad, ya que la deuda se incrementó a seis mil 167 millones de pesos y se extenderá hasta el 2031”.

 

Así mismo, en el llamado editorial, en la página 20A, bajo el título : “Más deuda”, el periódico observa : “…Parece que en vez de salir ganando, los tijuanenses saldrán perdiendo con la reestructuración de la deuda pública que hizo el actual Ayuntamiento encabezado por Carlos Bustamante Anchondo”.

 

En otro párrafo señala : “…No hay duda que siempre es necesario hacer frente a las necesidades inmediatas, pero no se puede sacrificar tanto el futuro para no quedar tan mal en el presente, como parece que optó el actual Ayuntamiento”.

 

Cuando el Alcalde Bustamante habló sobre el refinanciamiento, lo planteó como una necesidad y recurso ineludible, para mantener la capacidad de operación al gobierno municipal, agobiado por la deuda heredada de las anteriores administraciones municipales, en especial la derivada del PIRE, promovido por el panista Jorge Ramos Hernández.  

 

El periódico, que enjuicia duramente a Bustamante, olvida que su director general, Eligio Valencia Roque, priísta y dirigente estatal de la CTM, era regidor cuando Ramos Hernández propuso endeudar a Tijuana con el asunto del PIRE y votó a favor, al igual que el resto de los regidores priístas. Así mismo, en la legislatura estatal, aunque los priístas no eran mayoría, también avalaron la intención del adeudo que hoy se lamenta. Solo hay que recordar nombres.

 

Así mismo, Bustamante, a su vez, no actúa solo. Para endeudar más al gobierno municipal, requirió del respaldo de los regidores y de los legisladores estatales. Esto significa que en este asunto, son muchos los culpables. Como advierte el dicho popular : “Tanto peca, el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”. Contra todos surte efectos el “periodicazo”. 

 

Lo interesante es que, ante el “periodicazo” el gobierno de Bustamante guarda silencio, e igual postura parece que adoptan los dirigentes de organismos empresariales como Coparmex y el Consejo Coordinador Empresarial, siempre combativos e incisivos en otros temas. Algún día, no muy lejano, lloverán los lamentos. Pero entonces será muy tarde. Los “periodicazos” duelen, pero no curan las mañas, ni las incapacidades, ni mucho menos la apatía o el desinterés ciudadano.

 

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