Mortales que posáis vuestros ojos en estas líneas, el Gourmet Fantasma os saluda y os desea lo mejor en este inicio de mes y que tengáis la suerte y el fuste de continuar en el valle de los vivos, porque como ya sabréis, no todos lo logran. Jorge Carpizo, ex rector de la UNAM y Miguel de la Madrid (aquel presidente de “la renovación moral de la sociedad” -y nomás mirad en donde andamos y en qué situaciones-), entregaron el equipo este fin de semana y QEPD. Así que cuidaos, sobre todo con las celebraciones, aunque el Tri ya tenga el boleto para los Juegos Olímpicos de Londres y los cronistas de TV Azteca el premio a la pena ajena, por andar haciendo cálculos para que México “evitara” jugar con E.E.U.U ¡A quién vino sacando El Salvador! En corto: empinad el codo con moderación.
Ahora paso a relataros mi fugaz aparición por un restaurant que se llama SABOR A MI, (Cocina Mexicana Contemporánea, dice el letrero), ubicado en la Zona Río, en José Clemente Orozco 1415 para ser más exactos. Vosotros que utilizáis carruajes, la cosa es así: viniendo del centro a la Mesa, por el Paseo de los Héroes, pasad Dr. Atl y a la siguiente cuadra es Clemente Orozco dadle a la izquierda y como a media cuadra está SABOR A MI (nombre tomado de una canción de Álvaro Carrillo). Tienen su propio estacionamiento y el servicio de “Valet Parking”.
El lugar es nuevo, los comedores (vi dos), son amplios, tienen una decoración con motivos mexicanos con detalles como murales de artistas pertenecientes a la llamada “Época de Oro” del cine nacional: Cantinflas, Dolores del Río, Pedro Infante, los grandes tótems, pues. Por las pantallas de TV constantemente están exhibiendo cortos de las películas en blanco y negro de esos tiempos, Tin-Tan, Luis Aguilar, Pedro Armendáriz y más etcéteras. Al centro del comedor tienen una lámpara del tamaño el mundo compuesta por grandes cestos, que le da el “toque” a SABOR A MI.
Este fantasma guapachosón llegó a la hora de la comida, las recepcionistas con uniforme y toda la cosa se portaron muy amables, lo mismo se puede decir de los meseros. Le di un vistazo al menú y el platillo mas caro es el Rib Eye Steak de 300 gramos que vale $ 282.00, el más barato, las enmoladas de pollo $ 98.00. Carnitas de lechón $ 150.00, lonja de pescado a las brasas $ 128.00, queso panela divorciado (de los entremeses) $ 86.00. También pueden encontrar chicharrón de Rib Eye, ensalada de manitas de puerco, pato en salsa de mandarina y chile de árbol. Yo ordené las enchiladas de pato al pipián verde $ 107.00. De la orden al servicio se tomaron unos 10 minutos, las enchiladas estuvieron buenas aunque bastante pesadas (Mmmhhh...La carne de pato suele ser así). Como postre pedí algo que le llaman "Zanaflán" que viene siendo un flan sobre un pastel de zanahoria sin betún ($ 55.00.) En verdad os digo, si llegáis a pedir esto del zanaflán: comed el flan (la parte de arriba) y dejad en paz el pan de zanahoria que resultó h-o-r-r-i-b-l-e, punto menos que incomible. Si podéis, optad mejor por la nieve de limón con chamoy ($56.00) o cualquier otra cosa.
Antes de desaparecer del SABOR A MI, fui al baño el cual mantienen muy limpio. Las puertas están decoradas con pedacitos de madera integrados. Junto a las tazas tienen un pasamanos de ayuda para minusválidos y personas de la tercera edad, es la primera vez que veo algo así en un restaurant de esta u otra ciudad, lo cual me parece muy, muy bien. Un aplauso por eso.
Aprovechando la soledad de los baños procedí a desmaterializarme para regresar a mi forma etérea (ya había liquidado la cuenta, no seáis mal pensados, soy fantasma no tranza).
Este fantasma os deja para que meditéis sobre vuestras vidas y vuestros futuros (vuestros pasados no, porque son remordimientos). Y por aquí os veré en unos días.
