TIJUANA, BC 24 DE DICIEMBRE DE 2011 (AFN).- Uno de los templos más bellos, del que pocos tijuanenses conocen de su existencia, es la Iglesia de San Martín de Porres, que se ubica en la colonia Los Álamos y que por falta de recursos y apoyo, se encuentra en progresivo deterioro.

Lo que sí muchos tijuanenses han visto, tal vez de lejos, es el Cristo monumental, que con sus brazos abiertos parece dar la bienvenida a miles y miles de mexicanos que llegan a Tijuana por el este de la ciudad.

Quienes son del área ubican el sitio como "El Templo del Cristo de Los Álamos" y si usted llega a adentrarse en el mismo se encontrará con impresionantes sorpresas, ya que además de este Cristo que pretende emular al que da fama en Guanajuato, la Iglesia es parte de un conjunto férreamente custodiado por ángeles que observan desde las alturas de una enorme barda que rodea el lugar.

Adentro, uno olvida por momentos estar dentro de un lugar religioso, porque más parece un pueblito del interior del país, con su Kiosco y lugares dónde "acampar", además de una pintoresca Iglesia que espera a los fieles.

El Párroco Víctor Manuel Ramírez González, quien desde hace cinco años está al frente, tras la muerte del sacerdote Antonio Mata Villegas en abril de 2008, mencionó esta víspera de Nochebuena que han tenido varias obras que concluir en la iglesia, pero esto no ha impedido que haga consciencia entre la comunidad, de la Palabra de Dios.

El predio que alberga la Parroquia está rodeada y resguardada por al menos una treintena de ángeles hechos de fibra de vidrio y resina; al centro emerge la imagen más representativa, que es el enorme Cristo Rey de 23.30 metros, montado sobre una capilla la cual tiene en su fachada una representación bíblica en bronce.

El templo cuenta con jardines que evocan los pueblos del interior del país, con un kiosco que es utilizado por los jóvenes para realizar sus reuniones de enseñanza, y en la entrada principal de la iglesia se deja ver una imagen del santo de quien lleva el nombre esta iglesia.

En su interior se escenificó el nacimiento del Niño Jesús con figuras colocadas entre las bancas que utilizan los fieles, a fin de que los feligreses que asisten al lugar, se sientan en armonía con la misma, además de contemplar el pesebre, explicó el párroco Ramírez González.

En estas fechas decembrinas y festividades religiosas, el titular de la parroquia señaló que la época navideña se debe de vivir con alegría, y recordó que hay mucha gente invadida por un poco de tristeza, ya que añora a sus seres queridos o tiene necesidades y no podrá celebrar la Navidad como quisiera por falta de recursos económicos.

"Se dejan llevar por el materialismo y el no tener para celebrar una navidad materialmente los hace ponerse tristes” refirió.

“La Navidad se ve empañada por las luces exageradas de la comercialización de la fiesta, o también pude ser oscuridad por las dificultades que la gente  vive”, agregó.

Diversos problemas

Ramírez González platicó que lleva cinco años al frente de la Iglesia de San Martín, a la cual, al asumir el cargo, le encontró diversos problemas de construcción y estructura.

“La parroquia estaba muy deteriorada, faltaba mucho mantenimiento, el padre anterior hacía lo que podía pero ya estaba muy mayor” explicó.

Entre los problemas vividos, refirió que una de las bardas que resguarda la iglesia se derrumbó, pero pudieron rescatar los ángeles que tenía en ella; actualmente se encuentran analizando la posibilidad de realizar un estudio de suelo y volver a poner un pedazo de barda que se cayó.

Esas son sólo algunos de los trabajos por hacer en cuanto a construcción y mantenimiento, dijo, entre varias que se han detectado porque hay partes de la parroquia que no estaban bien hechas se está revisando todo lo que se va arreglar, poco a poco porque faltan recursos.

Hasta el momento se han arreglado los espacios para que sea habitable para los grupos que conforman la iglesia, cuentan con una sacristía nueva, remodelaron la cocina y los baños para que la comunidad esté bien atendida y que los espacios sean agradables y seguros.

Aún con las dificultades de mantenimiento, el párroco señaló que no van a dejar de trabajar para reunir a los feligreses, brindar ayuda y seguir la palabra de Cristo, ya que alrededor de 13 grupos de jóvenes acuden como misioneros o en grupos de oración.

La comunidad de la parroquia ubicada en Los Álamos es una de las más pequeñas de la diócesis, refirió el padre Ramírez González; “la parroquia es chica en cuanto a extensión de fieles, habrá alrededor de 600 habitantes”, dijo, aunque eso no es impedimento para continuar con las labores de servicio y ayuda a la comunidad.