Mexicali BC 30 de junio de 2015 (AFN).- El mal del “algodoncillo” o candidiasis oral, es un padecimiento común en los bebés, que tiene como causa principal la falta de higiene; se presenta en recién nacidos y lactantes menores de 6 meses, quienes son los más propensos a desarrollarla, informó María Elena Silva Solís, coordinadora de pediatría del Hospital de Ginecopediatría y Medicina Familiar (HGP) número 31 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que la falta de higiene personal y del entorno alberga al hongo candida albicans; que genera irritación en la boca y a su alrededor. La candidiasis se presenta con la aparición de una capa blanquecina espesa que cubre la lengua, en ocasiones el paladar y cara interna de las mejillas tiene un aspecto algodonoso (de ahí su nombre popular) y compacto, puede asemejarse a restos de leche digerida o regurgitada.
Este hongo –precisó- se encuentra de forma habitual en la boca y en el tracto gastrointestinal, donde generalmente habita de forma inofensiva, sin embargo; la inmadurez del sistema inmunológico de los recién nacidos los hace más susceptibles a que éste les produzca una infección, y les impida comer adecuadamente, con riesgo a caer en desnutrición.
Advirtió que la candidiasis oral no tratada puede llegar a otras estructuras como el esófago e incluso el intestino y complicar más el cuadro clínico del paciente, por lo que recomendó acudir al médico de inmediato ante las primeras señales de la enfermedad.
Señaló que el tratamiento contra la candidiasis oral consiste en aplicar tópicamente sobre las lesiones una sustancia antifúngica; fármaco que actúa contra los hongos, que tiene el mismo efecto de los antibióticos sobre las infecciones bacterianas.
Otras medidas dijo, para cuidar al menor es limpiar bien el biberón y su chupón con agua caliente después de cada uso, a fin de que queden desinfectados, y libres de bacterias.
Finalmente, destacó que si el pequeño contrae constantemente candidiasis bucal, especialmente si tiene más de nueve meses, es fundamental acudir al médico porque esa predisposición podría ser un indicador de que el niño presenta otro problema de salud.