Mexicali BC 24 de junio de 2015 (AFN).-En tiempo de calor es imprescindible tener cuidado al asistir a albercas, balnearios o baños públicos, pues pudiera sufrir la persona, contagio por “pie de atleta”, padecimiento común entre la población que asiste a estos sitios, y se expone al calor y humedad.
El doctor José Antonio Pérez Soto, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 16 en Mexicali, destacó que basta con evitar el contacto directo de los pies con el piso ya que este padecimiento se encuentra entre las diez infecciones de la piel más frecuentes que se atienden durante todo el año en el Instituto.
Refirió que el pie de atleta se incrementa sustancialmente entre la derechohabiencia durante la época de vacaciones, puentes y fines de semana debido a que los paseos a las albercas, parques y playas es mayor.
Este padecimiento se transmite por medio de parásitos de la piel que se alimentan de la queratina blanda que se encuentra en todo el cuerpo. Cabe señalar que de la misma manera que la queratina dura en los pies y manos, la epidermis que se descama deja los restos de hongos en la ropa de cama y baño de los hoteles, de esa manera se propicia su contagio.
La enfermedad, también es muy común en personas sensibles y con inmunidad celular baja (diabéticos), así como en quienes acostumbran el uso de calzado de plástico o calcetines de tela sintética, ya que ésta retiene el calor o sudor hasta provocar humedad, idónea para su cultivo.
Los síntomas del pie de atleta o tiña de la piel, son comezón de mediana intensidad entre los dedos de los pies o bien en la planta; aparecen pequeñas ampollas fáciles de romperse, ya que ahí se encuentran las escamas en que habita el hongo.
El padecimiento puede volverse crónico y requerir un tratamiento más extenso, para todo el cuerpo, si no se atiende debidamente. Por ello es importante evitar la automedicación y consultar al médico familiar.
Las medidas preventivas son sencillas y son las siguientes: secarse muy bien los pies, utilizar huaraches o chancla al bañarse, usar calcetines de algodón, asearse bien los pies con agua y jabón, lavar el piso con cloro por lo menos dos veces por semana; evitar calzado de plástico o reservarlo solo a eventos deportivos y finalmente ventilar al final del día.