Mexicali BC 22 de agosto de 2014 (AFN).- El doctor Pedro Camacho Cerón, psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), refirió al tocar el tema del trabajo, que éste para algunas personas se convierte en una obsesión que utilizan para “escapar” de situaciones desagradables en la vida. 

 

  Esta disfunción puede presentarse consciente o inconscientemente -señaló el especialista- y conducirá a la persona afectada a enfrentar problemas de salud a nivel físico y emocional.

 

  No obstante, el problema no radica en la cantidad de horas destinadas al trabajo; surge cuando se relegan las relaciones familiares y se es incapaz de disfrutar el tiempo de ocio, por lo que se requiere apoyo de especialistas para solucionar este trastorno. 

 

  Camacho Cerón dijo que quienes adoptan comúnmente esta práctica son individuos muy competitivos y ambiciosos, que necesitan destacar en lo que realizan pero a la vez, viven con mucha inseguridad, solitarios y aislados del ámbito social. 

 

  Explicó que los motivos que impulsan a ello son variados, aunque lo más común es el deseo de un mayor ingreso económico, reconocimiento social y autoafirmación a través de la aprobación de sus superiores o incluso, por ansiedad. Algunos hombres y mujeres colocan en primer plano el trabajo, prefiriéndolo por encima del hogar, la familia y los amigos, sin importarles la sobrecarga que implica.  

 

  El tratamiento más efectivo que brinda el Seguro Social consiste en hacer conciencia en el paciente, a través de sesiones de terapia de que esa actitud le afecta en todos sentidos, para reintegrarlo a la convivencia social plena; si es necesario, el médico puede recetar algún medicamento ansiolítico para contrarrestar la angustia. 

 

  Quien ha desarrollado dependencia al trabajo mostrará los trastornos típicos del estrés negativo, como alteraciones emocionales, insomnio, irritabilidad y fatiga. También se encuentra expuesto a enfermedades como úlcera estomacal, hipertensión, bronquitis crónica o incluso, infartos. 

 

  Este padecimiento se presenta más entre los varones, por motivos culturales, ya que durante siglos al hombre se le confirió el papel de proveedor, mientras la mujer, por lo general, permanecía en casa para atender a los hijos.

 

  Sin embargo, en la actualidad ambos trabajan, por lo que algunos hombres dedicarán más tiempo al empleo a fin de no sentirse desplazados por las mujeres; en cuanto a la mujer, valora de otra forma el trabajo, pues mantiene claros sus compromisos, sabe que también deberá atender las labores del hogar, a los hijos, etcétera. 

 

  Dijo Camacho Cerón, que mientras el varón enfoca su atención hacia el éxito y los retos que tiene que vencer en alcanzarlo, la mujer, desde su perspectiva, está más ocupada por verse y sentirse valiosa.

 

  Esta situación no debe confundirse con el gusto por trabajar -mencionó el doctor del IMSS-, subrayando la necesidad de enamorarse del trabajo (erotizar, es el término usado en medicina psiquiátrica).

 

   Quien tiene entusiasmo por el trabajo, concluyó, se realiza en él porque además de un medio de sustento, permite a la persona estimular su creatividad y autoestima; mientras que el obsesivo asume las labores desde una perspectiva enfermiza, en la que olvida la importancia de otras dimensiones de la vida, como el descanso, que también es necesario.