Hablar de la muerte es un tema que incomoda a muchos mexicanos, quizá por ello 66 de cada cien no han hablado con sus familiares sobre cómo le gustaría que fueran sus servicios funerarios, así que resulta lógico que 7 de cada 10 haya contratado un paquete mortuorio, revela un estudio de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).
Las mujeres son más recias a hablar de los preparativos para cuando tengan que despedirse del mundo, pues 32 de cada cien no lo han comentado en familia, por 28 hombres que tampoco hablan del asunto, esto en un escenario en que 3 de cada 10 personas aseguraron a los encuestadores de GCE que sus seres queridos sí saben cómo quieren ser velados, enterrados o cremados.
Es más, 28.3% de los 600 entrevistados telefónicamente por todo México respondió que tiene un paquete funerario para aliviar las penas familiares cuando muera, además 47.4% de la gente del país afirma que ya tienen reservado el espacio donde se depositarán sus restos tras su muerte.
52.2% no posee un terreno o urna para “descansar en paz”. Y por cada 51 caballeros previsores hay 44 damas que no han comprado un espacio para sus restos fúnebres.
Las tradiciones perduran, por ello de los 600 consultados por GCE ( HYPERLINK "http://www.gabinete.mx/"www.gabinete.mx) 43% tiene claro que le gustaría que lo velaran en su casa, mientras que 39.6% prefiere pasar la última noche entre los vivos en una capilla. La pena de la muerte, posiblemente, llevó a 17.4% de los mexicanos a decir que no sabe cómo quiere que sea su funeral o de plano prefirió quedarse callados.
Y la costumbre es fuerte cuando se trata de decidir entre ¿cremado o enterrado?, 51.5% eligió reposar dos metros bajo tierra y 37.4% prefirió que sus restos sean quemados. En tanto que 11.1% todavía no decide o si lo tiene pensado prefiere mantenerlo en secreto; 53 de cada ciento de mexicanas mencionaron que quieren ser enterradas, mismo destino que desean 50 hombres.
Para ahondar en el tema de dónde deben reposar los restos mortuorios, los encuestadores de GCE pidieron a la gente que definiera su posición sobre si debe permitirse a la gente ser enterrada en sus casas cuando mueren. La oposición a esa idea es arrolladora, 79.1% de la gente contestó no y una minoría significativa de 18.1% cree que sí. Los mexicanos que apoyan la idea de entierros en el hogar suman 23 de cada cien, casi el doble de mexicanas: 13.
Pero lo que ni la muerte evita es la tramitología, algo que no parece preocupar en vida a los habitantes de México: 67.2% dijo a GCE que desconoce cómo debe pasar las barreras burocráticas cuando la muerte nos alcance y 31.2% sabe de ello.
Sobre este campo funerario, 46.4% de los mexicanos piensa que los trámites para conseguir una acta de defunción son fáciles, pero hay ciertos grados: 33.9% sostiene que deben ser algo sencillo y 12.5% que se trata de un asunto muy sencillo de solucionar.
Pero para 34.5% de la gente el asunto no está tan claro y puede ser complicado, 26.6% de esta población mencionó que es algo difícil y 7.9% lo consideró muy complejo. Mientras que 15.8% dijo que no sabe o no respondió.
Kaleydoscopio (http://www.kaleydoscopio.mx)
