Oaxaca de Juárez, 28 de julio de 2014 (adnsureste.info).- El rock en maya, mixteco, tzotzil, zapoteco, zoque y otomí existe desde los 90; sin embargo, el movimiento musical indígena apenas ha comenzado a tomar fuerza, gracias a la proliferación de más grupos y del apoyo de instituciones, músicos y festivales.
Sak Tzevul, Vayijel, Lumaltok y Hamac Caziim son solo algunos de los proyectos que han dado la cara por sus comunidades y, teniendo como materia prima los instrumentos musicales, le han dado una nueva cara al rock mexicano.
"Son más de 80 bandas que se concretan en 11 lenguas. Los temas que tocan son muy diversos y se ubican básicamente en el rock y en las fusiones a partir de sus raíces musicales", explica Adriana Hernández, Coordinadora del programa de la Dirección General de Culturas Populares titulado Tradición y Nuevas Rolas, que inició desde 2010 y que busca dar a conocer esta forma de expresión.
Aunque los discos que se pueden conseguir son pocos y los conciertos aún son muy intermitentes, grupos como La Maldita Vecindad y los hijos del quinto patio se han dado a la tarea de ayudarlos en la enseñanza y producción de música, pues afirman que el futuro del género se encuentra en ellos.
"Todo el movimiento de rock indígena ahorita está completamente subterráneo, pero yo siento que en los próximos años esa música que trabajan en su propia lengua será un gran aporte a nuestro país", comenta Roco.
La efervescencia del movimiento ha provocado que festivales como el Vive Latino y Cumbre Tajín hayan abierto sus puertas para que su música esté presente en las más recientes ediciones de dichos encuentros musicales; no obstante, los grupos indígenas afirman que falta mucho camino por recorrer, debido a que son discriminados.
"Mi idea de hacer música y de cantar en tztozil es porque tengo ese coraje de que siempre se menosprecia a los pueblos indígenas, me enoja que separemos los mundos y que nos vean alejados, cuando nosotros son lo que más cerca tienen", expresa Demián Martínez, líder de la banda Sak Tzevul.
Incluso, el cantante habla en nombre de todos los grupos y asegura que en otros países como Estados Unidos, España y Japón son más valorados. "Vivimos en un mundo occidentalizado. Hay tantos grupos que imitan el rock anglosajón y que olvidamos de nuestras raíces", expresa.
La única solución para sobresalir aquí, indica Demián, es formar su propia industria, en donde se deben hacer estudios de grabación y sellos discográficos que promuevan el rock indígena.
"A los empresarios les da miedo invertir en un grupo de rock indígena porque sienten que van a perder su dinero y en a ese sentido tenemos que generar nuestras propias vías de forma autónoma", dice Martínez.
Por lo pronto, para incrementar la popularidad, el próximo 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, se presentarán diferentes bandas de este tipo en conciertos simultáneos a lo largo de la República Mexicana.
Sus raíces
El rock indígena no es el único género que existe en la comunidad. También hay una corriente en ascenso de ska y hip hop cantado en su propia lengua.
Chiapas es el estado en el que más grupos se han conformado. Zinacantán ha sido espacio para festivales de este movimiento.
Próximamente se lanzarán discos editados por la Dirección General de Culturas Populares que contiene una colección de diferentes bandas.