TLAYACAPAN, MORELOS 21 ABRIL 2016 (AFN).- Morelos puede presumir orgullosamente que tiene dos pueblos mágicos que expresan misticismo y magia. Por otra parte Morelos tiene a Zacualpan de Amilpas, Yecapixtla, Totoloapan, Atlatlahucan y Tlaltizapan que fueron galardonados con el distintivo de Pueblos con historia y tradición, perfectos para visitarlos en familia y pasar un fin de semana excelente.

Pueblos Mágicos

Morelos ha sido distinguido con el nombramiento de Pueblo Mágico para dos de sus poblados, Tepoztlán y Tlayacapan, los cuales expresan la magia y tradición por sí mismos, corredores adoquinados, flanqueados por árboles que nos conducen a la entrada de sus conventos como el de San Juan Bautista en Tlayacapan, que alberga el testimonio de su época de apogeo en el arte sacro que resguarda, o las momias que fueron encontradas en uno de los trabajos de restauración del templo y que ahora son exhibidas a los visitantes.

En Tepoztlán, otra de las joyas morelenses, el cerro del Tepozteco, como gigante que se ha echado a dormir por la eternidad resguardando el valle, sus calles empedradas en las que plácida vive la tarde de este pueblo místico por excelencia, entre rica comida, brisa y sonrisas, es una visión para perderse, para dejarse ir levemente en la profunda belleza de su magia.

Tlayacapan, Morelos

La magia de Tlayacapan está en que conserva diversos atractivos, como el baile del “brinco” del chinelo, un museo de momias en su ex convento del siglo XVI, la banda de música más antigua del país, artesanos que siguen creando extraordinarias piezas de cerámica en barro y una gastronomía que deleita. Todo esto flanqueado por la sierra de Tepoztlán y bajo el ambiente apacible de los secretos bien guardados.

Itinerarios

Tlayacapan, Morelos

Es muy probable que el plato fuerte de tu visita a Tlayacapan sea el exconvento de San Juan Bautista. Además de admirar su monumental arquitectura y los frescos que adornan sus muros, tendrás oportunidad de apreciar unas momias que fueron encontradas en la nave mayor del templo en 1982. La Cerería es un sitio que te llevará por distintas etapas en la vida de este pueblo mágico morelense: su periodo colonial, la época en que fue usado como cuartel de Emiliano Zapata. Además podrás apreciar los distintos oficios que se practican en Tlayacapan. Las construcciones religiosas ocupan gran parte de tu itinerario, especialmente las capillas de barrio que muestran estilos arquitectónicos muy variados. Aquí hay algunas sorpresas culinarias que han aguadado algunas centurias para consentirte.

Información Práctica

Tlayacapan, Morelos

La tranquilidad y el misticismo que envuelven a Tlayacapan lo convierten en un excelente sitio para consentirse con un tratamiento holístico o con la mágica experiencia de un temascal. Casa Tonantzin lleva la batuta en este ámbito; un masaje con técnica shiatsu, con piedras calientes o reflexología son excelentes para regresar a casa totalmente renovado. El hospedaje es variado: encontrarás hoteles boutique y también hospedaje más accesibles. Los restaurantes se especializan en la cocina local. ¿Porqué no probar el mole verde de pepita con unos tamales de sal, charales y frijoles blancos? Para el postre, nada como el tlaxcal, un pan prehispánico elaborado con maíz, canela y azúcar acompañado de chocolate prehispánico molido en metate.

Cómo llegar

Tlayacapan, Morelos

Desde la Ciudad de México tomar la carretera a Cuernavaca y después la desviación a Oaxtepec. A 15 minutos se encuentra Tepoztlán y a otros 15 minutos Tlayacapan. Tabla de distancias: A la Ciudad de México – 116 km; A Cuautla – 25 km; A Cuernavaca – 47 km.

No te pierdas

Tlayacapan, Morelos

El Carnaval de Tlayacapan puede no ser tan festivo como el de Veracruz, pero tiene dos elementos que lo hacen único: el baile de los chinelos y la banda de música más antigua del país. Si no tienes la suerte de visitar de esta gran tradición, visita las oficinas de la Banda de Tlayacapan. Siempre encontrarás alguien que te platique su fascinante historia. Otro imprescindible de este Pueblo Mágico de Morelos es el exconvento de San Juan Bautista, construido en 1534 por los frailes agustinos y, desde 1996, considerado Patrimonio de la Humanidad. El barro es la materia prima para los artesanos de este rincón en Morelos. Recorrer el Mercado y la Plaza Artesanal del Alfarero es una gran aventura visual y será imposible salir sin algún recuerdo para tu casa.