Tijuana, B.C.  12 de agosto 2015 (AFN).-Sorprendidos porque la cita era a las 6:30 de la mañana para salir al "Valle de Guadalupe", nos preparamos para atender el "viaje piloto" de MGB Travel, quien nos prometía recorrerlo con calma, como se saborea un buen vino.

El pequeño grupo abordó la camioneta  de modelo reciente, cada quién con su vaso de humeante café, dispuesto a entablar una amistosa travesía por el Valle.

Después de un recorrido informado a través de la carretera Escénica, quedó ante nosotros  "El Cielo", primera vitivinícola  visitada, donde recibimos un saludo con olor a lavanda y una mimosa para abrir apetito, antes de que saboreáramos  un delicioso desayuno. 

El recorrido fue por el viñedo, acompañados por Adril, turistóloga y sommelier,  que igual nos llevó al "wine room" que a la degustación de los vinos con nombre de constelaciones y astrónomos.

Confiados en seguir sumando experiencias,  nos trasladaron a  otro icono del Valle:"Adobe Guadalupe", la casa de los Miller, quienes volvieron su proyecto de retiro en una vitivinícola y hotel cuando una extranjero se perdió en el Valle y le facilitaron una de las habitaciones que eran destinadas a familiares y amigos. 

Los sonidos naturales nos acompañaron a la siguiente vitivinícola: Bodegas F. Rubio, el proyecto familiar con su propuesta de vinos de varietales foráneos, recorrido por la cava y degustación de bocadillos. 

El grupo iba de sorpresa en sorpresa: cada proyecto diferente, pero todos amando el Valle y todos recalcando la importancia de vivirlo intensamente, de cuidarlo y producir con calidad.

"Vamos a conocer Tres Mujeres", nos dijo Mariano, socio propietario y el grupo atendió su invitación  con una sonrisa amplia, las mejillas enrojecidas y la satisfacción en aumento.

Las mujeres son parte importante en las vitivinícolas del Valle, aquí son las propietarias y las chefs, su propuesta te recuerda los ranchos de los estados del sur, con su pequeña construcción, su amplio espacio para el gallinero y su moderno baño tipo letrina.

La cava, a diferencia de las que habíamos visitado, era muy pequeña: ahí conocimos la historia de este proyecto, su visión del valle y su manera de encantar a sus visitantes y por supuesto, nos retiramos con nuestro vino "Tres Mujeres" firmado por su creadora.

Con la sensación de estar en la casa de la abuela, nos dirigimos a la "Cocina de Ismene", a cumplir con los "sagrados alimentos", cuyo sabor explota en la boca, acomodados bajo un árbol y rodeados de los sonidos del valle, que nunca nos abandonaron.

Claro que el buen vino libera, relaja y acerca; así siguió el grupo, con el corazón contento, no dispuesto a dejar la "Ruta" sin comprar quesos y pan de la región.

"Productos exclusivos que reflejen la pasión del valle, en vitivinícolas pequeñas, guiados por sus dueños, llegando tempranito, antes que todos,  para caminar sin prisa, saborear lo mejor del Valle, esa es nuestra misión", nos confiaba Mariano Merino, de MGB Travel, mientras recorríamos de regreso por la carretera Escénica que nos regaló una maravillosa puesta de sol, entre música de Sabina y Silvio.

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