*.- Coro de niños cubanos lo interpreta, maestro de BC lo dirige
Por: Enrique García Sánchez

TIJUANA BC 21 DE NOVIEMBRE DE 2019 (AFN).- La han cantado personajes reconocidos del mundo del espectáculo como Lucha Villa, María de Lourdes, Vicente Fernández, Pepe Aguilar y Nicho Hinojosa, pero el locutor Antonio Valdez Herrera quizá jamás habría imaginado que su obra musical, “El Cachanilla”, fuese interpretada por cubanos, A Capella y en formato polifónico.

La obra gustó tanto que, no faltó una niña coralista de escasos 11 años, que entusiasmada improvisó una versión sustituyendo los lugares de Baja California con nombres de las diferentes comunidades de Cuba, dijo entusiasmado Salvador Cortes Juárez, el bajacaliforniano que hizo posible tal cosa al dirigir la interpretación con sus arreglos, por parte de integrantes de dos coros infantiles.

Las inconfundibles notas de “El Cachanilla”, pero con la armonía polifónica producida para este taller experimental durante el Festival de Coros que cada dos años se hace en Santiago de Cuba, inundaron la bóveda de la Sala Dolores, un escenario emblemático de las más importantes presentaciones musicales en esta ciudad.

El maestro Salvador Cortes tampoco habría imaginado en 2007, que 12 años después, el aprecio y reconocimiento ganado en aquella isla, le ganaría la distinción de componer, junto con el cantante y compositor santiaguero Melvin Rodríguez, un canto coral dedicado a honrar a Electo Silva, decano de la dirección coral, en la edición 2019 a cargo de la directora Daria Abreu.

El festival incluyó una muestra del taller de coros Infantiles que en forma piloto se armó con integrantes del coro Angelus y Orfeón Infantil, dirigidos por las maestras Lissette Lucambio Pérez y Dania Cedeño.

“Es una obra que se tiene que trabajar donde quiere que esté uno, es un orgullo de Baja California y los que somos de aquí nos sentimos orgullosos y plenamente identificados y por eso hay que llevarla en el corazón”, asegura en charla con AFN el profesor Cortes Juárez, que hace más de 40 años inició una carrera que ha dedicado mayoritariamente al canto coral, y en los últimos 20 años por lo menos, a la dirección coral infantil en Tijuana.

Hace doce años, cuando asistió por vez primera a un festival de coros en Cuba, Salvador Cortes tampoco imaginó que terminaría estrechando profundos lazos de amistad con integrantes de la comunidad coral cubana y con el decano Electo Silva, a quien tuvo oportunidad de admirar una década antes en Tijuana para dirigir a una gran institución del canto polifónico en el teatro del Centro Cultural de la ciudad.

“Fue quien me abrió las puertas de Cuba, de su casa, de su familia y de su corazón, y yo estoy más que agradecido con él”, asegura Cortes Juárez.

Por lo pronto, el ensayo parece haber entusiasmado a los participantes y abierto las puertas a proyectos futuros, tan cercanos como junio o julio del próximo año.