*.- Ya están detenidos, según informó la Procuraduría
*.- Las víctimas son dos hombres del DF y otro de Michoacán
Un hombre de 50 años de edad y dos de sus hijos, fueron capturados por elementos de la Policía Ministerial del Estado, bajo la acusación de secuestrar a migrantes, según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Se trata de Ruperto León Bravo, alias “El Hugo”, originario del estado de Guerrero y sus dos hijos: Juan Carlos y Luís Bernardo León Bernal, de 18 y 23 años, los cuales son originarios de Tijuana.
La Procuraduría señaló que a los mencionados se les acusa del secuestro agravado y robo con violencia a dos hombres de 35 y 39 años de edad, los cuales son originarios del Distrito Federal y de Aguililla, Michoacán.
“El Hugo”, patriarca de esta familia, al parecer fungía como “guía” de una banda dedicada al tráfico ilegal de personas, señaló la autoridad, que estableció que los hechos se registraron el pasado mes de noviembre de 2010.
Las víctimas fueron abordadas por el mencionado, en la zona central de la ciudad, donde les preguntó si deseaban cruzar de manera clandestina al vecino país, respondiendo que sí, ya que dijeron haber sido deportados en días recientes, tras ser sorprendidos por las autoridades migratorias norteamericanas.
“El Hugo” les ofreció llevarlos por 2 mil 200 dólares cada uno, a través del cerro “ya que los migras estaban muy duros”, en referencia al reforzamiento de la vigilancia por parte de las autoridades estadounidenses.
Los mencionados hablaron con sus familiares para que depositaran el dinero a los “polleros” y el jefe de la banda los llevó a una casa ubicada en la colonia Divina Providencia, en tanto “llegaba el día” para cruzar, ya que estaban supuestamente en espera de más personas. Los familiares de los mencionados depositaron dinero a la cuenta de Ruperto León Bravo, aunque en uno de los casos la cantidad fue de 2 mil dólares y en otro de 1,800.
Pese a esto, la familia de “polleros-secuestradores”, mantuvo a los migrantes privados de su libertad durante casi ocho días, por lo que el 11 de noviembre de 2010, los subieron a ellos y a otros seis más, en un autobús que los llevó a la altura de la carretera rumbo a Tecate.
Por esa zona, los “pasaron” por un cerro, en donde atravesaron por un canal de aguas negras, donde ya los esperaban sus cómplices, armados y encapuchados. Cuando los dejaron ahí, los “polleros” dijeron a los delincuentes que “ahí les traemos más mercancía”, refiriéndose a los migrantes.
Se informó que los secuestradores los llevaron hasta una cueva en las montañas, donde los golpearon y les exigieron los números telefónicos de sus familiares, a los que llamaron fingiendo que ya se encontraban en Estados Unidos para que depositaran la cantidad de dos mil dólares por cada uno.
Después de que los familiares de los migrantes depositaron la cantidad exigida, los secuestradores los abandonaron en el cerro y se retiraron, por lo que las víctimas llegaron hasta la carretera donde pidieron ayuda para regresar a Tijuana y aquí presentaron su denuncia ante el Ministerio Público del Fuero Común.
Elementos de la Unidad Antisecuestros se hicieron cargo de las investigaciones y lograron identificar a tres de los presuntos secuestradores a los que aprehendió finalmente. Fueron internados en la Penitenciaría del Estado en Tijuana a disposición del Juez Tercero de lo Penal , donde se les seguirá el proceso correspondiente.