TIJUANA BC 26 DE ABRIL DE 2012 (AFN).- El gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, negó que la propiedad en la que se intentó realizar un operativo para encontrar cuerpos de desaparecidos y que en el año 1993 le fue decomisada a los Arellano Félix, sea en la actualidad de un funcionario de su gobierno.
El martes pasado, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo) junto con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), inició un operativo que duró apenas 15 minutos y del cual no hubo resultados, en el Rancho "Las Bardas", en un camino vecinal hacia Terrazas del Valle en la delegación La Presa.
Dicha propiedad les fue decomisada hace nueve años a los hermanos Arellano Felix, cabecillas del cártel que operó bajo su mando en Tijuana, sin embargo no fue posible atestiguar la búsqueda, ya que unos minutos después un joven que salió del rancho, afirmó que el predio era de un “funcionario estatal”.
El gobernador, al ser cuestionado al respecto, negó este jueves los señalamientos y explicó que luego de ver la información en algunos impresos, el Gobierno del Estado investigó el nombre del propietario, el cual dijo no corresponde al de ningún trabajador de su administración.
Los cuestionamientos en torno al caso fueron originados a raíz del mencionado operativo, en el que un joven “cuidador” encaró a policías y reporteros afirmando que el rancho es propiedad de un funcionario estatal de nombre "Jesús Vázquez", quien está relacionado con la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado (Sidue).
El mandatario estatal aseguró que no entrará en juegos ni especulaciones y por su parte exhortó a que se investigue la información antes de publicarla, ya que “es fácil acudir al Registro Público de la Propiedad” y corroborarlo. No obstante eso, hubo un señalamiento muy directo en ese sentido del aludido joven, que inclusive hizo una llamada telefónica, tras de la cual, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, obligaron a los reporteros a retirarse bajo el argumento de que no se llevaría a cabo el operativo si seguían éstos presentes.