MÉXICO 10 DE JULIO DE 2018 (AFN).- Seis de cada 100 niños, de entre dos y 12 años sufren alteraciones de sueño a causa del empleo de celulares, tabletas y computadores; los estudios refieren que entre el 25 y 30% de las visitas al pediatra están relacionada con algún problema ligado al sueño, informó el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS).

Refirió que los niños pasan cada vez más tiempo delante de los dispositivos electrónicos y es cada vez común observar que a los niños pequeños se les ofrece un dispositivo electrónico para entretenerlos o calmarlos.

Durante las visitas al pediatra, entre los problemas más frecuentes se encuentran: Insomnio infantil: 30 y 35%; Sonambulismo: 10 y 15%; Terrores nocturnos: 8 y 13%; Pesadillas: 45%;       Somniloquia: 21%; Bruxismo, rechinar de dientes 4%, así como Movimientos rítmicos de adormecimientos: 3%.

El especialista aseveró que los padres deber ser firmes y no permitir ningún tipo de dispositivo a niños entre 1 a 2 años y autorizar un máximo de una hora por día para los niños de 2 a 5 años, y dos horas por día, sin contenido violento para los niños de 2 a 5 años”. 

Hizo notar que actualmente tienen niños en consultas escolares y preescolares, que por estar expuestos a teléfonos celulares o videojuegos desarrollan terrores nocturnos, sonambulismo y reacciones de defensa. Muchos padres llegan a pensar que sus hijos están poseídos, cuando en realidad necesitan atención especializada.

El doctor Reyes Haro, indicó que los padres deben observar a los niños para saber si tienen un problema del sueño y entre los focos rojos que pueden considerar están:

   A los niños les cuesta trabajo conciliar el sueño; tienen dificultad para dormir a lo largo de la noche, refieren estar siempre cansados; bostezan en el día y están somnolientos.

 
El doctor Reyes Haro mencionó para concluir, que es importante ayudar a los niños a crear buenos hábitos a la hora de dormir, identificando primeramente si está descansando las horas requeridas por su organismo de acuerdo a su edad.