MÉXICO 5 DE MAYO DE 2018 (AFN).- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrece tratamiento médico, psicológico y nutricional a derechohabientes que padecen trastornos alimenticios como anorexia y bulimia, dio a conocer la psiquiatra adscrita al Área de Hospitalización de la Coordinación de Atención Integral en Segundo Nivel del IMSS, Leticia Flores Pérez Pasten.

Destacó que la anorexia y la bulimia se caracterizan por el temor en aumentar de peso, pero la principal diferencia es que las personas con anorexia tienen una pérdida significativa de peso al dejar de comer alimentos que consideran de alto valor calórico, toman medicamentos o diuréticos para eliminar líquidos y hacen ejercicio en exceso.

Por el contrario, dijo, quienes padecen bulimia tienen lapsos en los que consumen grandes cantidades de comida en periodos cortos, y para contrarrestar el aumento de peso, eligen métodos como vómito auto provocado, abuso de laxantes, ayunos prolongados y consumo de fármacos que suprimen el apetito.

Señaló que la falta de consumo calórico apropiado causa reacciones como intolerancia al frío, disminución en la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, deshidratación severa, cálculos renales, anemia, pérdida del esmalte dental y del tono muscular, sensación de desmayo y debilidad general, osteoporosis, anormalidad o atrofia de genitales y en las mujeres desaparece la menstruación.

Pérez Pasten indicó que estos padecimientos se presentan con mayor frecuencia en mujeres de entre 12 y 25 años de edad.

Mencionó que los pacientes con diagnóstico de trastorno alimenticio son atendidos en consulta externa y en caso de que los especialistas detecten que la persona puede atentar contra su vida, es internada.

Recomendó a los padres de familia estar atentos a cambios repentinos de conducta de sus hijos, especialmente los que pasan por la adolescencia, tales como obsesión por conseguir un cuerpo perfecto, aislarse de la compañía de familiares y amigos, pretextos para sentarse a la mesa a comer o hacerlo a escondidas, cambios de humor repentinos y baja de peso notoria.