TIJUANA BC 27 DE DICIEMBRE DE 2016 (AFN).– Cuando el control de esfínteres (periodo en el que los niños dejan el pañal) no se logra en un tiempo considerable, es necesario acudir a consulta pediátrica ya que puede originar problemas como infecciones, alteraciones en vías urinarias o en el aparato digestivo, informó el doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis, Río Colorado, Sonora.

Indicó que el control de esfínteres inicia cuando el niño logra tener conciencia de que el pañal está mojado o sucio, acude al baño solo, se desviste, se sienta en el retrete, se limpia, le jala el agua del excusado, se viste y se lava las manos; alcanzar este proceso a la perfección puede tardar dos o tres años.  
    
Señaló que las enfermedades que puede causar se caracterizan por dolor continuo en el vientre, presencia de excretas anormales como orina de color oscuro, olor desagradable o con sangre. Si el niño muestra claro rechazo a evacuar u orinar sin ninguna sintomatología como las anteriores, es posible que experimente un clima emocional que favorezca la situación; en estas condiciones es importante la valoración psicológica del ambiente familiar. 

Es necesario que los padres o cuidadores dediquen el tiempo necesario para la enseñanza. Todo entrenamiento tiene momentos de respuesta rápida, ya que tanto la alegría a los avances, como la preocupación que experimente, serán percibidas en el menor e influirán positiva o negativamente en el proceso, aseguró Castro Guevara. 

Añadió que no existe una edad específica para iniciar el control de esfínteres, ya que depende de la madurez de cada niño; sin embargo, es importante que los padres estén alertas a las señales o interés que el niño envía, los cuales, se presentan alrededor de los 18 meses de vida pero es común encontrarlas a partir de los dos años de edad.