TIJUANA BC 15 DE OCTUBRE DE 2015 (AFN).-  La rapidez con la que se pretende saciar el hambre y la economía que ofrecen los productores de alimentos "chatarra" han provocado la dependencia del ser humano, de artículos que no nutren pero que sí dañan al organismo. Para evitar o contrarrestar ese daño al cuerpo se recomienda el hábito de revisar las etiquetas que ofrecen información sobre el contenido y aprender el lenguaje, en ocasiones engañoso que se utiliza para estos productos.

El Grupo “Evimeria” que encabeza la doctora María de los Ángeles Salazar Méndez, ofreció orientación acerca de cómo leer las  etiquetas de los productos alimenticios, a los integrantes de Agencia Fronteriza de Noticias, en una más de las "jornadas de salud", y en esta ocasión para saber elegir con inteligencia aquellos productos que más convienen al organismo.

“Si es veneno, que sea del bueno”, reza  un refrán y en materia de alimentación, esto dijo, definitivamente no aplica. El consumidor al momento de realizar sus compras alimenticias, debe elegir el mejor de los productos de entre los que seguramente son dañinos.  “Sin siquiera reparar en el valor nutricional de los mismos uno acostumbra llevar  alimentos a la mesa, con poco o nulo valor nutricional  lo que  da paso a contraer un sinfín de enfermedades, que inclusive pueden derivar en un cáncer", refirió la especialista.

Apoyada por el grupo de médicos de su equipo, la doctora subrayó la importancia de aprender a leer y comprender una etiqueta y saber cuál es el valor nutricional de cada alimento, para así aprender a conocer lo que ingresa al cuerpo y las consecuencias que esto trae

Refirió que en las etiqueta se puede leer un porcentaje calórico, y si por ejemplo, una persona saludable requiere de aproximadamente entre  1,800 y 2,000 calorías, hay productos que por sí solos rebasan esos límites, como son las gaseosas o refrescos, por citar el artículo mas popular.

Destacó las grasas “trans”, de las que dijo que no son buenas para el organismo, a diferencia de las grasas insaturadas y poliinsaturadas que son las  que el organismo necesita para sus procesos de metabolización. Las grasas malas recalcó llevan a la persona a sufrir problemas como hipertensión, procesos inflamatorios y enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Del sodio o sal, explicó que en cantidades mínimas son elementos necesarios para el organismo, pero una persona con problemas de hipertensión, debe cuidar su alimentación y consumir una dieta sin sal.

La contraparte, refirió, son los productos con mediano y alto índice de azúcares que dañan la salud de personas sanas y empeoran las condiciones delicadas de aquellos que sufren ya de diabetes.

Al analizar las proteínas, comentó que su consumo es bueno para el buen funcionamiento de las articulaciones, no obstante dijo su exceso puede provocar problemas a nivel del hígado y renales, causando serios problemas de salud.

Por todo lo anterior, aconsejó que es importante volver a una alimentación más saludable que consiste en productos no enlatados, envasados o empaquetados que conllevan altos índices de quimicos para su conservación y duración en almacenes.

Insistió en que los alimentos existentes para el consumo humano son las frutas y verduras combinadas en porciones adecuadas a la dieta de cada persona. Hizo notar además que en las etiquetas que todo producto exhibe, se puede leer rápidamente cuál es el valor nutricional, ya que aparecen de mayor a menor porcentaje de las substancias contenidas en un alimento.

De esta forma, insistió, en algunos se notará que contienen más grasas "malas", o elevado nivel de sodio o colesterol. Para el mes próximo anunció que la plática consistiría en la forma de elaborar alimentos con base a germinados. 

Participaron en esta jornada de salud junto con la doctora María de los Ángeles Salazar los doctores Josefina Camacho Valdez, médico homeópata; el Psicólogo Christopher Casas Cisneros y el médico general Luis Moctezuma Salazar.

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