MÉXICO DF 2 DE SEPTIEMBRE DE 2015 (Kaleydoscopio).- La gente llama “piedras” a una enfermedad de la vesícula biliar, cuando su nombre médico es litos y se trata de un padecimiento del aparato digestivo adulto que afecta a 12% de la población mundial.
Abraham Pulido Cejudo, especialista médico afiliado de la red de proveedores médicos de Paligmed de Pan-American, cuenta que el retiro de la vesícula biliar o colecistectomía, es la cirugía más común realizada por cirujanos generales.
75% de las personas que la padece no tiene síntomas.
El médico dice que hay cosas que todo mundo debe conocer:
Disparadores
El desarrollo de los tipos en la vesícula biliar se debe a múltiples causas que se agrupan como factores de riesgo para desarrollar la enfermedad, entre los más importantes destacan:
La raza: Es más frecuente en individuos de raza caucásica, hispanos e indios nativos americanos, mientras que es menos frecuente en afroamericanos, europeos y japoneses.
La edad: Es poco frecuente antes de los 20 años y se incrementa con la edad, con un pico máximo en la quinta década de la vida.
El género: La prevalencia de colelitiasis (litos en la vesícula biliar) es mayor en mujeres en todos los grupos de edad, la proporción global es de 7 mujeres por un hombre.
Las hormonas y los embarazos están ligados a cambios en la bilis que favorecen la formación de los litos.
La obesidad: Debido al aumento en la síntesis de colesterol y secreción a la vía biliar, el riesgo es particularmente alto en mujeres y más en pacientes con obesidad mórbida.
La diabetes, la genética, el uso de medicamentos: para disminuir el colesterol de la sangre sin seguir una dieta adecuada, la cirrosis hepática, el alcoholismo y la ingesta de dietas ricas en grasas de origen animal, se cuentan entre los factores más asociados con la posibilidad de desarrollar la enfermedad
Origen
La vesícula biliar es un “globo” que recibe, almacena y concentra la bilis producida por el hígado y que al ingerir alimentos con grasa recibe un estímulo para contraerse y enviar la bilis concentrada en dirección al intestino con el objetivo de digerir grasas y transportarlas a la sangre.
Imagine un lito que obstruye el conducto de salida de la vesícula, ésta tratará de responder al estímulo de contracción con resistencia a la salida gracias al lito. Esto aumenta la presión dentro de la vesícula y al no poder vaciarse el músculo de la pared vesicular, ésta se fatiga y deja de contraerse para volver a hacerlo en cuantas ocasiones pueda.
Enfermedad
Por este fenómeno el dolor típico de la vesícula es cólico. Si el lito se mueve y permite que la vesícula se vacíe o bien hay una fatiga absoluta del músculo de la pared, el dolor desaparecerá y sólo habrá sido un cólico vesicular. Pero cuando el cuadro incrementa en intensidad y se acompaña de vómito, fiebre o distensión del abdomen, es cuando se le llama colecistitis, término que denota una inflamación, no sólo de la vesícula sino también en los órganos cercanos a la misma.
La presencia de coloración amarillenta en la piel, orina oscura, mucosas y esclerótica de los ojos, se llama ictericia. Ésta ocurre cuando un lito logra pasar de la vesícula hacia el conducto que comunica al intestino, obstruyendo el paso de la bilis, generando que los pigmentos contenidos en la bilis (bilirrubina) pasen al torrente circulatorio, produciendo el color característico. En este caso el cuadro de dolor, las potenciales complicaciones y el tratamiento cambian por completo.
Tratamiento
Una vez diagnosticada la enfermedad y corroborada por medio de estudios como el ultrasonido, el único tratamiento hasta ahora comprobado científicamente es la cirugía, siendo el estándar de oro para realizar el abordaje por vía laparoscópica. Los riesgos inherentes a la cirugía son muy bajos y la posibilidad de éxito es superior a 99% en los casos no complicados.
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