ENSENADA BC 24 DE AGOSTO DE 2015 (AFN).-El doctor Luis Antonio Araiza Núñez, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que entre 6 y 10 por ciento de la población mundial presentan insuficiencia Arterial Periférica, un padecimiento crónico degenerativo que de no atenderse a tiempo afecta a brazos y piernas obstruyéndolas, esto ocasiona un intenso dolor al caminar.
Se manifiesta después de los 50 años de vida y afecta en relación de 2 a 1, más a hombres que a mujeres, ocurre debido a que se estrechan los vasos de la periferia por una sustancia compuesta por grasa y colesterol llamada placa,
En México este cuadro clínico se eleva hasta un 15 % debido a la prevalencia de diabetes mellitus, ocasionando que se cierren los vasos sanguíneos de pies, piernas y pantorrillas. Otros factores de predisposición son la hipertensión dislipidemia (alteraciones en las grasas de la sangre) y tabaquismo.
Si la persona no recibe atención a tiempo, los músculos recibirán menos oxígeno y disminuirán su volumen, el vello de las piernas se cae y el grosor de la piel disminuye, incluso puede haber muerte de los tejidos, lo que llevaría a enfrentar la amputación del pie o pierna afectados.
El paciente con esta condición requiere de un diagnóstico, revisión de su historia clínica e imagen con ultrasonido doppler que permite establecer cómo pasa la sangre, su velocidad, características de las paredes vasculares y su grosor.
En el Instituto, el servicio de angiología lleva a cabo anualmente entre 200 y 300 cirugías arteriales, mientras el promedio mensual de consultas es de 100 a 175; de ellas 60 por ciento son para atender IAP. El tratamiento que ofrece para esta enfermedad está apegado a los lineamientos internacionales, mencionó el director del IMSS.
Primero se aplica un método a base de anestésicos, para remitir el dolor y medicamentos que actúan sobre la pared de las arterias y la sangre, que dan elasticidad a los eritrocitos (glóbulos rojos), a fin de que lleguen hasta los vasos sanguíneos endurecidos.
Cumplida esta condición se pide al paciente realizar una caminata denominada marcha metódica y progresiva, que se incrementa paulatinamente en distancia para disminuir las molestias.
Para las personas que requieran cirugía existe la posibilidad de abrir un pequeño segmento del vaso dañado, limpiarlo y volver a cerrarlo. Se puede también retirar una parte del mismo y sustituirlo por tejido del propio paciente o con una prótesis sintética.
Otra solución es la intra vascular, en la que por medio de un catéter se reabre la arteria afectada y se coloca una micro-malla tubular para impedir que se vuelva a obstruir.
Para concluir, el doctor Araiza recomendó una alimentación sana con bajo contenido de grasas, realizar ejercicio de manera cotidiana y si es el caso, dejar de fumar, para evitar la IAP.