Tijuana BC 31 de agosto de 2014 (AFN).- Alma Pesquera Romero, otorrinolaringóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tijuana, informó que existen muchos mitos sobre el cuidado y limpieza correcta de los oídos, pero al intervenir este órgano es esencial tener los cuidados necesarios pues podría ocasionarse graves lesiones como inflamación, obstrucción e incluso perforaciones.
Referente al oído, explicó, cuenta con un sistema de higiene natural a través de sus folículos pilosos y glándulas productoras de aceite ceroso, por tanto, utilizar hisopos, bastoncillos con algodón, aceite o algunos preparados caseros, resulta innecesario y riesgoso para la salud; por lo que nunca deben introducirse cuerpos extraños.
La oreja o pabellón auricular y el conducto auditivo externo forman parte del oído externo, cuya funcionalidad es captar, orientar y amplificar las ondas sonoras que se perciben; por lo que se recomienda que debe lavarse externamente, como se realiza con otras partes del cuerpo, sin introducir ningún objeto, incluso si están cubiertos con algodón.
Indicó que el sistema natural de limpieza del conducto auditivo externo es a través de las glándulas que producen el cerumen o cerilla, cuya función es impedir el paso del polvo o algún insecto, protegiendo al tímpano; y al utilizar un hisopo para limpiarlo, se empuja el cerumen hacia dentro formando una serie de tapones compactos que producirán molestias que van desde disminución auditiva hasta zumbido y dolor.
Por tanto, agregó, la recomendación es evitar no sólo el uso de hisopos para limpiar los canales auditivos, sino introducir llaves, puntas de lápiz o pasadores para el cabello, ya que hay un alto riesgo de lastimar el tímpano, incluso de perforarlo, lesión irreversible que sólo puede corregirse por medio de una cirugía.
Mencionó que para limpiar el pabellón auricular u oreja, no es necesario ponerla bajo el chorro de la regadera, hábito que también puede dañar el conducto auditivo, basta hacerlo con la punta de la toalla después del baño.
La especialista manifestó que una de las preocupaciones de las madres es realizar la higiene de los oídos a sus bebés, por lo frágiles que son, y ésta debe hacerse justamente cuando el bebé toma su baño; y se procede lavando sin jabón y secando muy bien las curvaturas de la oreja con una toalla delicada, pero por ningún motivo debe introducirse objeto alguno.
Pesquera Romero hizo un llamado a quienes presenten alguna molestia en el oído como secreción inusual de cerilla, comezón o supuración, consulten al médico y no apliquen gotas o algún remedio casero.
