Ensenada BC 24 de agosto de 2014 (AFN).- Luis Antonio Araiza Núñez, médico internista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que la insufiencia venosa, o várices, es una de las enfermedades más frecuentes del sistema cardiovascular, y que el 30% de la población la padece, afectando en mayor incidencia a la mujer.

 

Mencionó que los síntomas y complicaciones de esta enfermedad "por lo general pasan inadvertidas durante los primeros cinco años, y cuando se manifiestan hay dolor, comezón, sensación de piernas pesadas e hinchadas, calambres, comezón y venas saltonas y tortuosas”; y aunque las molestias se incrementan en temporada de calor dejándose sentir más por la tarde, pueden mejorar con el reposo.

 

Expuso que el padecimiento se caracteriza por dilatación permanente de las venas superficiales y generalmente se agudiza con el calor, pues en el interior de ellas se dificulta la circulación y dejan de cumplir adecuadamente con su función que es transportar la sangre hacia el corazón.

 

Araiza Núñez expuso que aún cuando se desconoce el origen de la enfermedad, hay factores que la predisponen como son la herencia, el embarazo, sobrepeso, obesidad, sedentarismo, trastornos hormonales, actividad laboral sedentaria y tabaquismo, y en la mujer por la influencia de tratamientos hormonales o la multiparidad.

 

Enfatizó que no existe un tratamiento médico efectivo, aunque si algunos medicamentos que controlan momentáneamente el problema, por lo que la única solución es la cirugía, que consiste en ligar o extirpar las venas afectadas; y que en casos graves la persona puede presentar hemorragias, trombosis y ulceras en la zona afectada.

 

El especialista destacó la importancia de realizar medidas de higiene venosa para ayudar a mejorar la circulación sanguínea de las piernas, como las caminatas, natación o bicicleta; se debe evitar obesidad y sobrepeso, así como permanecer en forma prologada de pie o sentado.

 

Otras recomendaciones, dijo, son el evitar la exposición prolongada al sol y las prendas ajustadas que limiten la circulación de pantorrillas, duchar las piernas con agua fría y mantenerlas bien hidratadas, lo que implica un cambio de vida, concluyó el especialista.