TIJUANA BC 12 MAYO 2020 (AFN).- El escorbuto es una afección que resulta de una carencia grave de vitamina C (ácido ascórbico). En los siglos XV y XVI se reconoció como una enfermedad peligrosa de los marinos, los cuales pasaban meses en el mar y por obvias razones, no tenían acceso a alimentos frescos como frutas y verduras. Esta enfermedad llevó hasta la muerte a muchos, por tanto, se conviritió en un gran problema de salud durante esos tiempos.

En la actualidad, es una enfermedad con una incidencia poco frecuente. No obstante, suele presentar síntomas y signos como cansancio y debilidad; encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes y hemorragias en la piel. Esto se debe a que las paredes de los vasos sanguíneos, los capilares, carecen de solidez y se vuelven frágiles. 

Otras hemorragias como sangrado nasal, estrías hemorrágicas debajo de las uñas y sangre en la orina o en las heces. Demora en la cicatrización de las heridas o úlceras. También puede presentar apatía, tristeza y desórdenes psiquiátricos y neurológicos como episodios paranoicos e hipocondriacos.

El escorbuto algunas veces se da en niños, especialmente entre los dos y 12 meses. Por lo general, el escorbuto infantil puede provocar dolor en las extremidades. El niño llora al moverlas o incluso cuando se las tocan.

Aunque el escorbuto es una enfermedad relativamente extraña, la inflamación y sangrado de las encías puede ser común en algunas regiones geográficas y generalmente se debe a falta de vitamina C. 

Las personas más propensas a padecer una carencia de vitamina C son los fumadores, las mujeres que toman anticonceptivos orales, los alcohólicos y las personas que siguen dietas muy restrictivas (como en el caso de la anorexia nerviosa).

Importancia de la vitamina C

La vitamina C aumenta la absorción de hierro y por lo tanto influye en la reducción de la anemia. Es indispensable en la producción de colágeno, el cual ayuda a mantener en buen estado tanto la piel, como los dientes y los vasos sanguíneos. Se recomienda el consumo de 60 miligramos de vitamina C por día.

Es importante consumir este nutriente a través de alimentos como frutas y verduras, pues se le atribuye efectos antioxidantes. Algunos de los alimentos con ácido ascórbico o vitamina C son el kiwi, guayaba, pimiento rojo, grosella negra, perejil, col de bruselas, limón, coliflor, espinaca, fresa y naranja.

Sus propiedades son tales que puede ser beneficioso en muchos otros aspectos como, por ejemplo, el desarrollo neuronal, protección cardiovascular, defensa enzimática cutánea (envejecimiento de la piel).

Protege contra la formación de manchas en la piel, tales como el cloasma o las manchas típicas de la edad, y participa como cofactor en la síntesis de L-carnitina, la cual participa específicamente en la oxidación de las grasas para obtener energía.