ENSENADA BC 13 DE AGOSTO DE 2018 (AFN).- La operación de la planta desaladora de agua de mar generará un fuerte impacto en los sistemas de saneamiento, lo que obligará aplicar inversiones de más de 60 millones de pesos para tratar más de 200 litros por segundo de aguas adicionales, informó Carlos Loyola Peterson, director general de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe).

 

Refirió que se tendrá que atender principalmente la planta de El Naranjo, ya que de esa zona se manda a Maneadero para la producción de flores.

 

Actualmente, dijo, se gestionan 9 millones de pesos, que serán destinados a los sistemas de deshidratado y a la rehabilitación del ingreso; el próximo año se construirá un tanque de 7 mil 500 metros cúbicos de capacidad, que permitirá responder a las necesidades de demanda de agua que hay en Ensenada.

 

Loyola Peterson especificó que el tanque recibirá los volúmenes fuertes y será un regulador para que la planta capte de manera constante el agua a tratar.

 

El director de la Cespe reconoció que con los primeros volúmenes de dotación de agua que se distribuyeron de la planta desalinizadora el pasado mes de julio, originaron varias fugas, no en líneas principales, pero sí la mayor parte fue en toma individual y marcos de los medidores.

 

Reconoció que los 250 litros por segundo que proveerá la empresa Aguas de Ensenada, no serán suficientes para atender la demanda del crecimiento económico de Ensenada.

 

“La siguiente fuente de agua se estaría requiriendo para el año 2020, y sería un error frenar o negar factibilidades del uso del agua, para alargar la eficiencia de la planta desalinizadora. Por ello, se deben empezar a crear una nueva fuente de abastecimiento”, agregó.

 

Destacó que actualmente se requiere de 69 litros por segundo para el sector industrial, y en cinco años se irá a 221 litros por segundo.

 

"Si se ve en perspectiva el requerimiento es pequeño, pero en el mismo periodo también se duplicará, por lo que la tarea es impulsar los proyectos de desarrollo que, aunque están definidos, se han retrasado por la falta de disponibilidad de agua", expuso el funcionario.

 

Loyola Peterson reiteró que las opciones que tiene Baja California son el mar y el Río Colorado, además de que no se puede planear en función de creer que los pozos se van a recuperar, tras recordar que legalmente el Río Colorado puede disminuir la dotación del agua que destina a México.