México DF 25 de mayo de 2014.- (kaleydoscopio.mx).- Nuevas formas de consumo de tabaco inhalado (rapé) o masticado, o pasado por agua, pueden ser una amenaza para la salud de millones.
La batalla contra el tabaquismo es una buena trinchera social ante la pesadilla de salud pública global que representa esta adicción, escena en la cual se habla y mucho del fenómeno en términos de consumo de cigarrillos o de terapias para dejar de fumar.
“Pero dejamos de lado nuevas formas de consumo”, alerta Silvia Lorenia Cruz Martín del Campo, del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
La investigadora del IPN advierte que “ahora se promueve utilizar cigarros más ‘naturales’ hechos a mano o fumar el tabaco en grandes pipas de agua (conocidas como hookahs)”, pero que igualmente tienen efectos nocivos.
3 claves sobre el humo blanco
El asunto merece atención, pues el mercado de este tipo de sustitutos es un grupo especialmente vulnerable, el de los adolescentes, que pueden consumir nicotina durante periodos prolongados en los hookahs lounges sin percibirlo como un riesgo para su salud.
Las sustancias que se venden en presentaciones intencionalmente engañosas, como si fueran inciensos herbales o “sales de baño”, cuya formulación y efectos son similares a los de los cannabinoides contenidos en la mariguana o a potentes drogas estimulantes.
Varias han sido desechadas en la investigación en laboratorios farmacéuticos, por su alta capacidad para inducir dependencia, pero ahora se reviven y sacan a la luz a través de otras vías sin pasar ningún criterio de seguridad, ya que evaden las medidas de regulación sanitaria.
ABC de la amenaza
“Como tienen alguna modificación pequeña en sus moléculas con respecto a las drogas más conocidas y se sintetizan análogos continuamente, no están directamente identificadas en la legislación como sustancias prohibidas”, explicó la experta en farmacología conductual Cruz Martín del Campo.
“Cuando veo los componentes de estos productos, que se están vendiendo como si fueran legales, a pesar de que hay evidencia científica de su toxicidad, me doy cuenta de la necesidad de transmitir esta información”, mencionó.
“Tener una investigadora capaz de entender la necesidad de esta información y una institución que es capaz de apoyarla (el Cinvestav) para mí es un motivo de gusto y agradecimiento”, comentó María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría.
“Nos introduce en la química de los organismos con énfasis en el Sistema Nervioso Central y explica qué ocurre con los neurotransmisores, lo cual nos permite ir entendiendo los mecanismos de acción de los diferentes tipos de drogas”, señaló Rafael Camacho Solís, director del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México.
Kaleydoscopio (www.kaleydoscopio.mx)