PACHUCA 21 DE JULIO DE 201 (La Silla Rota).- Nueve de cada 10 percances se pueden evitar, así lo consideran la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) y el Consejo Estatal para la Prevención de Accidentes de Hidalgo (COEPRAH), quienes trabajan en coordinación con el objetivo de fortalecer las campañas de prevención de accidentes en la temporada vacacional, que abarcará hasta el próximo 18 de agosto.

En este periodo se incrementan hasta en un 10 por ciento los accidentes en hogares, esto debido a la permanencia de niños en el hogar, de acuerdo a Maricruz López Sánchez, apoyo del Programa de Prevención de Accidentes de la SSH.

Señaló que algunos de estos accidentes son leves y otros dejan consecuencias irreversibles, pues los más comunes que ocurren en nuestro entorno son:

CAÍDAS

Dependiendo de la edad de la persona, genera consecuencias irreversibles, leves -moretones, esguinces, luxaciones o fracturas. Este es uno de los accidentes más comunes en casa que pone en peligro a las personas menores de 10 años y mayores de 60 de edad.

Para evitarlo es necesario mantener los pisos de la vivienda libres de obstáculos, como tapetes mal colocados, muebles inestables, extensiones eléctricas, pisos irregulares e instalar materiales antiderrapantes en superficies de la vivienda como el baño, regadora, pasillos y escaleras,

Además, las áreas deben estar suficientemente iluminadas y proteger aquellas ventanas que se encuentren a menos de un metro del suelo mediante defensas apropiadas -barandillas, rejas de protección- que impidan la caída de las personas.

INTOXICACIONES

Aunque es más frecuente en los menores de 10 años de edad que en el resto de la población, a cualquier edad se pueden sufrir intoxicaciones, debido al fácil acceso con productos tóxicos como medicamentos y sustancia empleada para el uso doméstico.

Por ello, es necesario revisar etiquetas y guardar correctamente esos productos, no colocar calentadores de gas en cuartos de baño o en áreas mal ventiladas, ni estufas y braseros en áreas sin ventilación como dormitorios.

Si se percibe olor a gas no deben accionar los interruptores eléctricos ni encender cerillos o encendedores, ya que la chispa puede provocar una explosión.

Al tener contacto con artefactos eléctricos, líquidos o sustancias a temperaturas elevadas, ocurren quemaduras de hasta tercer grado que pueden llevar a la muerte. Para evitarlo se recomienda guardar fósforos y encendedores en un gabinete cerrado con llave, lejos de los niños.

Nunca dejar velas sin supervisión, no dejar que los niños jueguen cerca del horno en la cocina. No usar ropa con mangas largas y flojas cuando esté cocinando, desenchufar planchas calientes y mantenerlas fuera del alcance de los niños, utilizar guantes o manoplas para manipular o mover objetos calientes.

INCENDIOS

Un alto porcentaje de incendios ocurren en casa, y muchos son de alta magnitud. Un simple fósforo, veladora o cigarro mal apagado, un cruce de fusibles o mucha papelería junto a artefactos eléctricos generaría un incendio.

Y en caso de no ser controlado rápidamente, causa cuantiosas pérdidas materiales y, en el peor de los casos, pérdidas humanas. También se recomienda no dejar cerillos, encendedores o veladoras al alcance de los niños y las niñas puesto que ellos son vulnerables y llama su atención.

ASFIXIA

Los menores de 10 años de edad son propensos a sofocarse y ahogarse con objetos pequeños dejados por doquier, por lo que se recomienda evitar que los menores jueguen y manipulen objetos de tamaño muy reducido, no utilizar ropa que pueda provocar estrangulamiento

Tampoco se sugiere cunas con barrotes en donde quepa la cabeza, dejar recipientes con agua cerca de los niños y proteger las áreas de almacenamiento de agua -piscinas, estanques, pozos, cisternas y lavaderos-, y en los lactantes se debe provocar el eructo después de las comidas y antes de recostarlos para dormir y mantener fuera del alcance de los niños bolsas de plástico.

HERIDAS

El uso inapropiado de un cuchillo, un plato roto, la cuchilla de la licuadora, tijeras, pueden poner en peligro la vida, por lo que nunca se debe dejar de supervisar a grupos vulnerables.