BRASIL 24 DE FEBRERO DE 2019 (La Silla Rota).- Dos sargentos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) desertaron el sábado en la frontera entre Venezuela y Brasil, donde se registraron graves incidentes entre las autoridades venezolanas y manifestantes antichavistas, tras el fracasado intento de introducir ayuda humanitaria por la frontera de Venezuela.  

Los dos agentes venezolanos se encuentran en un centro de abrigo de la denominada "Operación Acogida", situado en la localidad brasileña de Pacaraima, que es el único paso terrestre formal entre Brasil y Venezuela, ahí están siendo atendidos como refugiados en Brasil, de acuerdo con Información de Milenio

La "Operación Acogida" es una iniciativa promovida por el gobierno brasileño el año pasado para recibir a los miles de venezolanos que huían de la crisis política, económica y social que atraviesa su país; está coordinada por el Ejército y en ella participan organismos internacionales.

Ambos sargentos se suman a los alrededor de 60 militares que, según las autoridades colombianas, desertaron también ayer y pidieron refugio en el país andino.

Brasil intentó en la víspera dar entrada a un primer cargamento de ayuda humanitaria para Venezuela, pero fracasó en el intento ante el bloqueo de las fuerzas públicas venezolanas, que cumplían la orden del gobierno de Maduro de mantener cerrada la frontera entre los dos países.  

Dos camionetas grandes, cargadas con alimentos y medicinas reunidas por Brasil y Estados Unidos, viajaron este sábado desde Boa Vista, capital del estado de Roraima (norte), hasta Pacaraima, a unos 220 kilómetros.  

Luego de que la ayuda humanitaria colocó en medio de una zona considerada neutral, a unos 300 metros de distancia del puesto de control fronterizo venezolano, permanecieron durante algunas horas antes de emprender el camino de vuelta y adentrarse de nuevo en Pacaraima.  

Un grupo de antichavistas comenzó a lanzar piedras y cócteles molotov en un depósito de la Guardia Nacional Bolivariana, lo que provocó la reacción de los agentes con el lanzamiento de bombas lacrimógenas.  

Episodios más graves se vivieron en el lado venezolano, donde la oposición habla de 14 muertos y más de 20 heridos de bala en la localidad de Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar, limítrofe con Brasil.  

En cambio la frontera con Colombia se calcula que hubo al menos 285 heridos.  

Estados Unidos opina:

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, manifestó su confianza en que los días del presidente Nicolás Maduro en Venezuela "están contados", después de los disturbios registrados el sábado cuando se intentó ingresar ayuda humanitaria al país sudamericano.

"Tenemos una misión particular, garantizar que el pueblo venezolano logre la democracia que tanto se merece y que los cubanos y los rusos, que han llevado a este país a la ruina durante años y años, no sigan ejerciendo su dominio", comentó

"Las predicciones son difíciles. Elegir los días exactos es difícil", señaló Pompeo en CNN. "Confío en que el pueblo venezolano garantizará que los días de Maduro están contados", agregó.

Pompeo acusó a los miembros de los grupos armados leales a Maduro, conocidos como colectivos, de la mayor parte de la violencia en los cruces fronterizos.

El comando militar prometió lealtad absoluta a Maduro, pese a que algunos oficiales y soldados desertaron, respondiendo al llamado de la oposición a que cambien de bando.

Pompeo dijo que Estados Unidos, que junto a cincuentena de países, reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino venezolano, sigue comprometido con la entrega de ayuda.