ESTADOS UNIDOS 10 DE JULIO DE 2016 (La Silla Rota).- Eduardo Guerrero Durán, Comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), señaló que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera no ha sido segregado o torturado, ni sufre, ni tiene mala salud, como sostiene su equipo legal.

“Esta persona no ha sido segregada, ni torturada, ni se han violado ninguno de sus derechos. Estamos asegurándonos que cumplimos con la ley”, señaló en entrevista con The Washington Post.

Guerrero Durán agregó que “El Chapo tiene acceso a familiares, abogados, aire fresco, libros, ajedrez y a la televisión, y puede utilizar una máscara para los ojos para dormir lo que le permite tener una “oscuridad perfecta”.

Esto después de que el principal abogado de “El Chapo”, José Refugio Rodríguez, señaló que su cliente tiene problemas para dormir porque las luces de su celda están encendidas las 24 horas y los guardias lo despiertan cuando se tapa el rostro o cruza los brazos.

“Las condiciones en las que está siendo detenido son muy drásticas. Es víctima de un tratamiento cruel e inhumano por debajo de los estándares establecidos por las Naciones Unidas. Eso es prácticamente tortura”, dijo el abogado en entrevista separada con The Washington Post.

El Comisionado del OADPRS detalló que durante los 65 días de reclusión en Ciudad Juárez, “El Chapo” ha salido al patio en 27 ocasiones por espacio de entre 45 y 75 minutos, dependiendo del clima, ha recibido nueve visitas de sus abogados y ha hablado con sus familiares cuatro veces por teléfono .

Asimismo, añadió que el capo ha visto a sus familiares en persona en 13 ocasiones adicionales y ha recibido visitas íntimas en dos ocasiones, además de ser revisado por doctores y enfermeras en 79 ocasiones.

El abogado de Guzmán Loera, quien encabeza un equipo de 12 defensores legales, incluidos cuatro asignados al proceso de extradición, estimó que la nueva ronda de apelaciones a su entrega a Estados Unidos podría demorar seis meses y todo el proceso alrededor de tres años.

Señaló que existen dos escenarios posibles. En uno las autoridades de Estados Unidos le ofrecerían un acuerdo de negociación de cargos a cambio de que permanezca tiempo en una prisión de seguridad media y que se declare culpable y coopere.

La otra opción sería arresto domiciliario en caso que el procedimiento de extradición se alargue más de 11 años y el detenido cumpla 70 años de edad, apuntó.