*.- Cruzaron a indocumetados en pangas y hubo muertos

Dos individuos mexicanos que cruzaron a migrantes indocumentados en una "panga" hacia Estados Unidos, fueron sentenciados este día a diez años de prisión, de los cuales cinco serán en la cárcel y los restantes con "libertad supervisada".

Se trata de Fernando Figueroa Rodríguez y Javier Jiménez Yucupicio, quienes el pasado 15 de enero de 2010, condujeron una pequeña embarcación hacia aguas territoriales de Estados Unidos, poniendo en grave peligro a las personas que llevaban, de las cuales algunas murieron.

La fiscal federal Laura E. Duffi dijo que el Juez de Distrito Jeffrey T. Miller ordenó a Figueroa y Jiménez "servir" 60 meses en prisión "por traer extranjeros ilegales con resultado de muerte y traer extranjeros ilegales para obtener ganancias financieras".

Además, dijo que deberán cumplir otros cinco años en "libertad bajo supervisión" despúes de su salida de la cárcel. Los dos detenidos aceptaron su culpabilidad el 24 de agosto de 2010. 

La embarcación salió de Popotla, en Baja California, con destino a San Diego, llevando consigo a 20 inmigrantes ilegales y a otros traficantes de extranjeros. La panga era de 26 pies de longitud y no estaba equipada para viajes en altamar, además de que solamente tenía una capacidad para transportar de 8 a 10 personas. 

Los ahora sentenciados, viajaron en medio de la noche, a través del Oceano Pacífico "en una embarcación sobre-cargada, sin luces de circulación y bajo condiciones de un mar tormentoso", se dijo en la Corte Federal.

El 16 de enero de ese año, aproximadamente a las 4 de la madrugada, la unidad se acercó al área de Torrey Pines State Beach en San Diego, cuando una ola golepó al barco poniendo en peligro a los migrantes, ya que la mayoría no sabían nada. Un ciudadano mexicano de 34 años y una de Guatemala, de 18 años se ahogaron.

La fiscal Duffi refirió que "las circunstancias en este caso destacan los peligros inherentes del tráfico de indocumentados ilegales que llegan por panga". El encargado de investigaciones de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) en San Diego, Miguel Unzueta, dijo por su parte que si bien se ha hecho justicia con esta sentencia "nuestro peor enemigo es la codicia ilimitada de los contrabandistas" que hacen cualquier cosa para asegurar sus "ganancias financieras mal habidas".

El agente especial Unzueta agregó que el contrabando de personas, es un negocio lucrativo que victimiza a quienes son más vulnerables y que confán en pagar miles de dólares para lograr su objetivo, sin tener en cuenta que estas personas despiadadas no cuidan su seguridad, cuando como en este caso los transportan a través de peligrosas rutas marítimas, hacinados en barcos de pesca destartalados y a media noche".