*.- Exigen a gobierno federal acciones urgentes
MÉXICO DF 5 DE FEBRERO DE 2018 (AFN).- Ahorcados por una excesiva importación de leche en polvo y una política de precio que les impide cubrir costos y reinvertir, productores de leche del país afirmaron estar condenados a la extinción como grupo productivo, y responsabilizaron de ello al gobierno federal.
“Nos debatimos entre seguir empobrecidos y desaparecer, o incorporarnos al proceso de desarrollo nacional. Estamos en franca desesperación por la nula atención de los titulares de estas dependencias”, afirmo Álvaro González Muñoz, Presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche A.C.
“Ellos juegan al teléfono descolgado o a los oídos sordos, mientras nosotros padecemos hambre frente a la disyuntiva de que mueran nuestros animales por hambre, o llevarlos al matadero para rescatar algo”, aseguró González Muñoz, a través de un manifiesto dirigido al gobierno de la República.
En el exigieron que de manera inmediata la Secretaria de Desarrollo Social, a través de LICONSA, incremente el precio que paga a productores nacionales a $8.00 (ocho pesos) el litro, ya que esto permitiría no sólo la subsistencia, sino el crecimiento de este sector, sobre todo de pequeños y medianos productores; garantizaría también que el abasto para los Programas Sociales Federales no tenga suspensiones por la volatilidad del dólar o en su caso de la escasez de este producto en el mundo.
Las diferentes organizaciones de productores de leche de este país, efectuaron a partir de hoy acciones de protesta que se incrementarán e “irán subiendo de tono”, en la medida en que el gobierno no dé solución a sus planteamientos.
Su molestia, explicaron, obedece al nulo interés del gobierno mexicano en resolver los graves problemas que no sólo son de aumento del precio del producto, sino resultado de una política de importaciones indiscriminadas de leche en polvo, “lo cual ha condenado a los productores nacionales a desaparecer, ahorcados por un precio y una competencia despiadada, de la cual se han beneficiado los países desarrollados, como Estados Unidos, Europa y ahora Nueva Zelanda”.
Esta problemática se ahonda, por la necesidad que los productores tienen de reponer vaquillas y renovar infraestructura, así como de aprovisionamiento de forrajes, del uso de medicamentos y de instrumentos necesarios para un manejo adecuado de los animales y del propio producto, una vez extraído de las vacas; de sistemas de acopio y transporte de la leche.
Particularmente, explicaron, en los últimos cinco años se ha mantenido una política de imposición de un precio castigado por cada litro de leche producido y entregado a la industria y a la empresa LICONSA, que no permite que los productores tengan derecho a obtener utilidades para reinversión y para alcanzar un nivel de vida decoroso y sin angustias económicas.
“Todo esto, sin que dejemos de tener un interés propio por ofrecer el mejor alimento de este país a las clases sociales más necesitadas, por la vía del Programa de Abasto Social que LICONSA realiza por parte de la Secretaría de Desarrollo Social”, al que calificó como uno de los mejores que la actual administración tiene, ya que con los nutrientes de la leche que producen, en múltiples ocasiones sirve como único alimento para niños, jóvenes y ancianos en el día.
