Un amigo me preguntó cómo enfrento la ira, la enfermedad y el temor. 

MEXICO DF 6 DE NOVIEMBRE DE 2017 (ComPubMex).- Le respondí que cuando se presenta cualesquiera de esas situaciones, de inmediato examino mi pensamiento. Luego hago una pausa y me tranquilizo. A veces es aconsejable compartir el problema con un amigo en quien confiamos. Pero yo he comprobado que la respuesta más eficaz es saber que nuestro Dios tierno y amoroso siempre está manifestando Su amor a todos y a cada uno de nosotros. 

Mi amigo dijo entonces: “¡Ah! ¡Pensamiento positivo!” 

Yo practico la Ciencia Cristiana, y debo decir que al responder a la consulta de mi amigo me estaba refiriendo a mucho más que al pensamiento positivo. Es lo que he estado continuamente aprendiendo al estudiar la Biblia y el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, cuyo amor por Dios, la Biblia y la humanidad era inmensurable. 

He visto en mi estudio que cuando nos sentimos tentados a enojarnos o a tener temor, es necesario y útil responder como hizo Jesús cuando dijo: “Vete de mí, Satanás” (Lucas 4:8). En esta situación, Satanás representa para mí el temor o la inquietud que surgen cuando no protegemos el pensamiento. Por el contrario, Eddy nos aconseja con amor: “Sé el portero a la puerta del pensamiento” (Ciencia y Salud 392:26). En otras palabras, permite que entren ideas espirituales y sanadoras de Dios, en lugar de dejar que tu pensamiento sea un mero depósito humano de cosas, creencias y opiniones materiales. 

Estas afectuosas ideas me aseguran que, al seguir a Jesús, tenemos la capacidad de eliminar o rechazar cosas que no son ni saludables ni útiles. Hacer esto es más que tapar los problemas humanos con buenos deseos o una alegría ficticia. Es más bien una respuesta sólida y confiable a cada problema humano.

En una ocasión, me pidieron que organizara una fiesta para un amigo. La noche anterior a la ocasión, yo tenía comezón en la garganta y mi voz era cada vez menos audible. Cuando enfrento problemas personales de este tipo, confío totalmente en la oración por medio de la Ciencia Cristiana para sanarme. Al orar vi que el reencuentro con mi amigo sería una reunión llena de amor, por lo tanto, mi presencia en ella tendría el propósito de aportar amistad y afecto.

Escuché la versión en audio de la Lección Bíblica Semanal de la Ciencia Cristiana y dormí apaciblemente. A la mañana siguiente, la comezón había pasado y mi voz estaba más clara. Durante la reunión, cantamos y bailamos. La pasé muy bien bailando y actuando de anfitrión, libre de tos y con una voz clara. Sé que este resultado es más que pensamiento positivo; es más bien mantenerse firme en la inspiración de que, cuando tenemos un deseo bueno, lo único que podemos esperar es armonía y bienestar, conforme a la ley divina de Dios. 

Tengo que admitir que para experimentar las bendiciones de las enseñanzas de Jesús en la Biblia, y como estudiante de Ciencia Cristiana, debo explorar más profundamente la Verdad de Dios, alimentar mi pensamiento con ideas sanadoras y aplicarlas en mi vida diaria; es decir, debo amar sinceramente a mi prójimo, sea agradable o no, orar por mis compatriotas, y más que nada ver las cosas como nuestro Padre Dios las ve: completas, armoniosas y alegres.

Mi amigo ahora comprende que confiar en Dios para todas las cosas es más que pensamiento positivo. Es ciertamente una atención y cuidado espiritualmente guiados que está al alcance de todos. 

Rodolfo Lacusong

Rodolfo es miembro del Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana y vive en Manila, Filipinas. 

Originalmente publicado en SunStar Philippines, @sunstaronline