Santiago de Querétaro, Qro. 11 de marzo de 2012
 

PAN Y CIRCO. Por Francisco Ruiz.

México: territorio natural

Es sorprendente la riqueza y belleza que invade nuestro territorio; impresionantes artistas que, con tan solo imaginación y tiempo, pueden crear arte de la nada.

Durante mi recorrido por el centro del país, me he encontrado con magníficos paisajes naturales, caprichos que la naturaleza se ha empeñado en crear, y a su vez, soberbias construcciones que han fungido como testigos de la creación de un país.

En varias ocasiones he asegurado que México, como una sola NACION, surgió con la llegada de los españoles. No se entienda esto como el origen absoluto, sino como una etapa de transición determinante para los mexicanos. Entendámoslo como Sócrates para la Filosofía, el antes y el después, el punto de partida.

Con la Conquista, se unificaron las diversas Ciudades-Estado existentes en el territorio novohispano, y con sus altibajos forjan una Colonia, que a la postre heredaría a un país con vida e identidad propia.

Es precisamente por esa naturaleza que México es tan apreciado; a comparación de otros lugares del mundo, México no es “artificial”, su gente vive el día a día, su turismo viene a conocer la belleza de su territorio y la calidad de su gente; muchos acudimos a México escapando de la simulación y del materialismo. México, es siempre franco, cálido y humanista.

Un pueblo con hambre

No se si es correcto hablar de independencia, nacionalmente aun dependemos de un centralismo rígido e internacionalmente la denominada globalización se ha afianzado de tal manera que en nuestro país la “neo colonización”, no es con espada y crucifijo en mano, sino con modas y mercadotecnia.

Las ciudades fronterizas se caracterizan por la enorme influencia que reciben no solo del extranjero, sino de los lugares de donde provienen miles de migrantes que arriban en busca de oportunidades. Esto crea en ellas contextos multifacéticos y multiculturales, y no cuentan con identidades tan sólidas como las reconocemos en los regios, defeños o tapatíos.

Es por ello que nuestro idioma se ha ido contagiando por los extranjerismos, al igual que hemos adoptado otras costumbres, y no es que me oponga a ello sino que defiendo férreamente nuestra Historia, nuestras tradiciones, nuestra identidad como mexicanos. Soy celoso en la conservación de nuestra nacionalidad.

Hace varios años Luis Donaldo Colosio Murrieta, en su discurso más conocido pronunció la siguiente frase: “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla”, aunque muchos aseguramos que esa frase fue creada un siglo antes, su autoría pasa a segundo término, pues lo preponderante es el contenido de su mensaje, lleno de una triste realidad.

Han sido mas de siete décadas de gobierno priista, doce años de que los blanquiazules han residido en Los Pinos, así como han sido innumerable administraciones locales que en poco o en mucho han hecho cambios; con algunos hemos crecido pero no hay ni desarrollo, ni justicia social mucho menos un estado de bienestar.

No hay “SOLIDARIDAD” con su pueblo, ni tampoco se tienen buenas “OPORTUNIDADES”, mucho menos pueden “VIVIR MEJOR”; es por eso que la participación de nosotros, los ciudadanos, es necesaria.

La desesperanza, incredulidad y desconfianza no deben doblegar nuestra voluntad ni nuestro animo, debemos ser pacientes, perseverantes y valientes; confiar en nosotros, pues de nosotros depende “o sacamos este barco a flote, o nos hundimos juntos”.

Una sola persona hará el cambio, esa persona la vemos a diario frente a la espejo, y en conjunto con el resto de nosotros, la iniciativa que tengamos cada uno de nosotros, definirá el rumbo, pero no en un futuro lejano, sino a diario.

Los anuncios promotores del voto que emite el IFE, son reales, muy poéticos por cierto, pero llenos de verdad, aunque en la realidad para ellos seria mucho mejor que nosotros no les diéramos tanta lata.

Estimados lectores, los invito a “contagiarse” de este AMOR a México, solo con decisión, patriotismo y participación ciudadana permanente y consciente, lograremos transformar a México para bien.

Participando en solidaridad con la sociedad lograremos crear las oportunidades que nos permitan vivir mejor (ven, de lo malo siempre hay algo bueno rescatable). Construyamos juntos un México vivo, libre, único y con valores.

Porque NO BASTA LO QUE SOMOS, SINO LO QUE PODEMOS SER.

Sugerencias y comentarios a:

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@FcoRuHe (Twitter)

*** Francisco Jesús Ruiz Hernández (“RuHe”), es licenciado en Comercio Exterior y Aduanas por el Tecnológico de Baja California, campus Tijuana; miembro fundador de “Juventud Evolucionando la Política, A. C”, ex catedrático universitario, y ha impartido diversas charlas orientadas a la participación ciudadana en la agenda pública. Actualmente radica en el estado de Texas, dentro de los Estados Unidos.

Nota Importante: las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor.