Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT

El Anonymous de Tijuana, es un personaje cibernético que ha surgido en Tijuana, con la evidente intención de “hacer polvó” al Consejero Jurídico del XX Ayuntamiento, Lic. Edgar Fernández. Al menos en 3 ocasiones ha establecido contacto con el columnista, vía correo electrónico, para hacer referencia a las “obras y milagros”de dicho funcionario.

El viernes 10 de febrero hacia alusión a la primera aparición de este personaje. Recordaba entonces el columnista que apenas el día 31 del pasado mes de enero, había hecho  referencia a lo que podrían llamarse fenómenos cibernéticos y observaba que aún no se encuentran antídotos efectivos para evitar sus efectos nocivos.

Decia entonces que dentro de esos fenómenos se encuentra la aparición de “Anonymous”. Un fenómeno que aparentemente surge de la nada, pero que a la vez está relacionado con todos y cada uno de los fenómenos cibernéticos, que tanto daño causan a la humanidad, que distorsionan las relaciones sociales, lo mismo que la formación de los individuos.   

Hacía hincapié en que Wikipedia, la enciclopedia libre, nos explica que una de las banderas del movimiento y a la vez su forma de representación, es un hombre sin cabeza y traje formal, lo que representa la ausencia de líderes o dirigentes. Que los lemas son diversos : Nosotros somos anónimos, nosotros no perdonamos, nosotros no olvidamos, no especulamos. Se le describe como un fenómeno de internet, como una comunidad virtual o como una asociación voluntaria, que se dice fue fundada entre el 2003 y el 2004. Sus miembros están descentralizados y se puede decir que es un grupo de simple afinidad.

Wikimedia señala que “Anonymous” es una especie de pseudónimo utilizado mundialmente por diferentes grupos e individuos, para –poniéndose o no de acuerdo con otros- realizar en su nombre acciones o publicaciones individuales o concertadas. Y explicaba su estrategia básica : entrar a los portales de internet de políticos o instituciones gubernamentales, para simplemente distorsionar sus contenidos o extraerlos a fin de divulgarlos sin limitación alguna. Decía que es algo así como una rebelión social que se genera a nivel mundial, impulsada por una sociedad sin nombre.

Y entonces, al parecer mera coincidencia, comentaba que Anonymous ya había puesto sus ojos en Baja California, pues un día antes,  la diputada local Claudia Agatón Muñiz, reveló que los “anónimos” se metieron a su página electrónica y la sabotearon. Mostró fotografías de los mensajes que le dejaron : “Somos anonymous, somos legión, no olvidamos, no perdonamos, esperanos !!” y agregan : “Gobierno corrupto : hacked a todos los sitios del gobierno y sus diputados y sus senadores corrupto que solo lo que hacen es robar al pueblo”.

Luego hacia referencia a la aparición de Anonymous Tijuana. Fue el jueves 9 de febrero. “Anexo en este correo, un breve relato de lo que acontece en las oficinas de la Consejería Jurídica Municipal, preocupado por la decadencia en la calidad de los servidores públicos que “trabajan” para nuestra ciudad con la sola intención de alzar la voz y poner en evidencia las corruptelas que vivimos día a día algunos de los que rondamos por el Palacio Municipal a realizar trámites y visitar amigos, y escuchamos tan impresionantes historias de impunidad e injusticia”, decía, entre otras cosas, en su primer remisión.

Observaba que el personaje central del “anonimato”, lo era el Lic. Edgar Fernández, refiriendo, entre otras cosas, que para dicho funcionario “…la política municipal no tiene cabida para el servicio profesional, la integridad, la honestidad o por lo menos la prudencia, sino para lo peor que puede alcanzar a representar un cargo público para el ciudadano, el nepotismo, el abuso de autoridad, la corrupción, el acoso sexual, el desvío de recursos públicos para goce personal, entre otros”.

Dicha remisión de Anonymous Tijuana, indica que dicho funcionario exige favores sexuales a personal femenino, les condiciona el empleo y muchas cosas feas, denigrantes. Incluso menciona nombres de las presuntas afectadas y observaba el columnista que no se reproducían, porque es mayor el daño que se les haría al identificarlas, sin existir constancia o incluso exstiendo las mismas. En base a un simple anonimato, que se les causaría un enorme daño.

El 28 de febrero del año en curso, el columnista recibió una segunda remisión de Anonymous Tijuana. Se hace referencia al tema, para precisar que el columnista no avala del todo los anónimos. Aclarando que no es lo mismo cuando alguien remite con su correo personal una denuncia y pide se guarde su nombre, para evitar represalias.

Bajo el título de "El buen juez por su casa empieza", señalando de manera directa al  20 Ayuntamiento de Tijuana, señala que “Es impresionante la falta de decisión y contundencia para retirar a este Señor –Edgar Fernández- de las oficinas del Palacio Municipal pese a tan enorme cúmulo de señalamientos contra este funcionario y a sus burlas contra su capacidad política para actuar, mofándose de su protector Rufo Ibarra, manipulándolo para utilizarlo como escudo y operador que hace eco a sus consejos con el Presidente Municipal. No les vaya a tronar el petardo en la mano por cubrir a este personaje, ya que sea muy tarde”.

Ayer martes, 6 de marzo, Anonymous Tijuana envía su tercer remisión, al menos las recibidas por el columnista. En este identifica al personaje central de su relatoría anónima, como “El abogado renegado del Ayuntamiento”.

Entre otras cosas dice Anonymous Tijuana que : “…Resulta incomprensible que  cualquier gobierno, además de pregonar “orden” como lema de trabajo y dirección, sea a la vez tan tibio y pasivo que hasta las decisiones del Presidente Municipal pueden ser negociadas e incluso dilatadas en su ejecución por intereses menores y personales de otros funcionarios subordinados al mismo Alcalde”.

Lo interesante de todo esto es que las relatorías de este personaje, circulan profusamente por la red y sin embargo, el funcionario aludido no ha dicho ni “pio”, para intentar aclarar los señalamientos, aunque sean anónimos. No debería de olvidar que :“el que calla, otorga”.

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