El “boicot”.
Por : Gilberto LAVENANT
Se puso ”caliente” el evento de toma de protesta de la diputada Rosana Soto Agüero, como nueva Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Tijuana. “Caliente”, “caliente”, “caliente”.
Resulta que se anunció que la toma de protesta sería a las 10:00 de la mañana. Para quienes no conocen el edificio del PRI, deben saber que en el interior, en la parte central, existe una especie de explanada, a la que se llega, descendiendo de unas escaleras anchas. Ahí en el centro, se colocan sillas plegables y frente a estas, en un nivel superior, un estrado, como si fuese un teatro, con barandal en la parte frontal y una escalera de ascenso en un costado. En un segundo nivel, existen oficinas de los directivos priístas, pero solo alrededor, con un pasillo hacia el centro, desde donde se puede observar lo que ocurre en el primer nivel, así como en el estrado.
Desde temprano, llegaron al lugar un grupo de 20 o treinta mujeres, acompañadas de jovencitas menores a 18 años, algunos niños, encabezados por la sedicente lidereza, Yolanda Lázaro y la exregidora Olga Macias Abaroa. Todos ellos reconocidos como Hankistas y por lo tanto afines a la fracción priísta del Alcalde Carlos Bustamante Anchondo.
El propósito era “reventar” el evento, impedir que se concretara la toma de posesión de la diputada Rosana Soto. Para ello ocuparon las sillas ubicadas en primera fila, destinadas para invitados especiales. A punto de las 10:00 de la mañana, la exregidora Macías Abaroa, dió instrucciones para que se subieran al estrado. Por enfrente envió a un grupo de choque, varios individuos que a empellones se abrieron paso, oportunidad que aprovecharon las seguidoras de Macías, para subir al estrado.
Ahí, empezaron a gritar consignas ¡Rosana fuera! o ¡ Esto ya tronó! Además, con los dedos índices de ambas manos, hacían señas, apuntando hacia el piso, reclamando que no tomara posesión como dirigente del PRI en Tijuana. Así mismo, empezaron a mostrar improvizadas pancartas de cartón delgado, pidiéndole a Rosana que se regresara a su cargo de diputada.
A punto estuvo de registrarse un zafarrancho, o una batalla campal, cuando los simpatizantes de Rosana, que eran muchos más, trataron de evitar que los “hankistas” subieran al presídium. Al final, lograron su propósito. Era evidente que no bajarían de ahí, hasta que se declarara suspendido el evento.
Los dirigentes priístas titubearon un poco, pero finalmente decidieron seguir con el programa, concentraron a sus seguidores en el centro del salón y junto con Rosana, subieron al segundo nivel, y en el estrecho pasillo, mirando hacia el primer nivel, tomaron la protesta a la nueva dirigente del PRI municipal, acompañada del Secretario General, Juan Manuel Salazar.
Toda vez que el pretendido boicot, estaba siendo realizado por hankistas, afines a la fracción del Alcalde Bustamante, con tales hechos se rompió el pacto surgido de reunión que tuvieron representantes de ambas fracciones con la Secretaria General del PRI, Cristina Díaz, en el sentido de que respetarían la determinación de la Comisión de Justicia Partidaria, respecto a las impugnaciones presentadas en contra del registro de candidatos a dirigentes, tanto de Tijuana, como de Mexicali.
Como la resolución del citado órgano de justicia partidista, fue en el sentido de confirmar las resoluciones tomadas por la comisión de control del proceso interno, consistente en rechazar las solicitudes de registro de candidatos contrarios a la fracción afin al Senador Fernando Castro Trenti, y el rechazo del registro de sus rivales, los inconformes decidieron boicotear el evento de toma de protesta.
Los hechos tienen múltiples lecturas. Que Rosana Soto y Rubén Salazar, son los nuevos dirigentes del Comité Municipal del PRI, en Tijuana, contra los deseos y voluntad de quienes integran la fracción priísta Bustamante-Hank.
Así mismo, que las fracción Bustamante-hank, y la afin a Castro Trenti, no conciliarán. Que lo de este sábado, fue algo así como una declaratoria de guerra. Que el PRI, de Rosana Soto, enarbolará cuantas banderas sociales le sean posibles, principalmente, aquellas que incidan en la esfera municipal. Se convertirán en “el coco” de Bustamante.
Que las fricciones llegarán a su más alta temperatura, cuando Bustamante presente, para su análisis, discusión, reconducción o aprobación, ante la Legislatura Estatal, los proyectos de Ley de ingreso o egresos. Y ni modo que el Alcalde clame piedad, o se queje de revanchismo, pues no escuchó la advertencia aquella de que “…a los funcionarios de elección popular les corresponde dedicarse a bien gobernar y no ha querer controlar el partido. El nuevo PRI no es un partido del gobierno, es el partido responsable del gobierno. Somos la contraloría social del gobierno y los obligaremos a cumplir con la ley”.
Por ahí se vió, a integrantes de la fracción priísta afin al Senador Fernando Castro Trenti, muchos de ellos, cuyos nombres aparecen en el desplegado en el que anuncian su posisionamiento, que los ha llevado a enfrentar al grupo Bustamante Hank.
Les guste o no les guste, y contra los deseos y voluntad del Alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, la diputada Rosana Soto Agüero ya es dirigente del Comité Municipal del PRI en Tijuana y por lo tanto se convertirá en el más serio dolor de cabeza para los integrantes del XX Ayuntamiento. El “boicot” fracasó, y las cosas están “calientes”, “calientes” “calientes”.
