MÉXICO, DF. 21 DE JUNIO DE 2011.-
LA “JUSTICIA” NO EXISTE
Por: Antonio González Díaz
Si me preguntan en qué momento dejó de valer la vida en México no les podría responder. Lo que sí recuerdo es desde cuándo advertimos que esto pasaría. Nadie quiso escuchar, nadie quiso hacer nada… y todo se puso peor.
Si me preguntan también si creo en la justicia les diría que no. La justicia como la conocemos es un invento que nos hicieron para hacernos sentir bien.
Pero con el tiempo vas aprendiendo que las cárceles están llenas de jodidos que no pudieron pagar un abogado que los librara y de cientos de inocentes que solo llegan ahí a aprender a ser delincuentes y a llenarse de resentimiento contra la sociedad.
La justicia no debe ser el temor a que el delincuente salga a vengarse porque la víctima logró que se le encarcelara. Conozco a muchas familias que vive contando lo que les queda de horas de tranquilidad, con el miedo en que llegue el momento en que su acusado ponga un pie fuera de la cárcel.
¿Eso es justicia?
En este país ensangrentado, en donde lo mismo cuesta para algunos matar a una persona, grabarla con un celular y subirla al Internet que ejecutar a centenas de sujetos a golpe de mazo y enterrarlos con el auxilio de trascabos.
En este país en el que tu vida vale para un chamaco de trece años un celular o una gorra nueva, que decenas de millones de pesos.
En este pedazo de suelo en donde una muerte es más importante que otra, en el que cada día se encuentra y detiene al más malo de los malos y luego surge otro mucho más malo.
En este sitio en donde todo mundo se conmueve de las “desgracias” y no falta quien “condene enérgicamente”.
En este mi México en el que te pueden ejecutar en un crucero vial, en una fiesta o en tu casa mientras duermes ¿Qué entendemos por justicia?
Qué justicia le podemos dar a los deudos de esos 40 mil ejecutados “buenos” o “malos”. Justicia es detener a “alguien” y decir que él fue quien los mató ¿Y luego?
Justicia es ofrecer millones de pesos de recompensa, entregar ese dinero a un “ciudadano” que hizo el trabajo que las autoridades no pudieron ni quisieron hacer, sin saber que quizá, ese mismo “ciudadano” forme parte de la contraparte delictiva. ¿Estamos seguros de que estamos “recompensando” a gente honesta?
¿De qué sirve la justicia cuando se pierde a cada momento la vida?
¿Justicia para un país en el que la vida no vale nada?
Justicia donde los muertos “malos” no merecen una disculpa… y sus familiares “buenos” ¿tampoco? Y qué castigo tendremos para los que los orillaron a ser así.
¿Podemos hablar de justicia donde por decenas de años muchos no quisieron ver lo que pasaba, fueron omisos y argumentaron que “mientras no se metan conmigo ni mi trabajo todo está bien”?
La justicia no debe entenderse como una charla en tono conciliador con una palmadita en la espalda.
La justicia no es un abrazo para quien lo ha perdido todo y se encontró de frente con la soledad, el miedo, el vacío y la impotencia.
La justicia no es una mesa redonda donde se finge que se escucha y se prometen muchas cosas.
La verdadera justicia es evitar que haya más delito, sangre y muerte. Pero esa no es justicia sino prevención, entonces la justicia aun no existe.
Twitter: @thonydiaz
