La Ley Antichapulin.
Por: Gilberto LAVENANT 
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Este lunes 21 de febrero, ocurrió algo un tanto insólito en la XX Legislatura Estatal. Abrieron la “congeladora” legislativa, sacaron una iniciativa presentada en la XIX Legislatura por el diputado priísta, Humberto Barraza desde fines del 2009, y la aprobaron. 

En dos ocasiones, recuerdan, Barraza había hecho la propuesta y hasta ahora le dieron el visto bueno. Se trata de reformas a la Constitución política local, para eliminar la llamada “Ley Antichapulin”, la misma que en el 2002 habían aprobado, para impedir que quienes fuesen electos para un cargo de elección popular, antes de concluir su gestión, fuesen postulados para otro cargo de elección popular. 

Fue el 12 de julio del 2002, cuando la XVII Legislatura de Baja California aprobó reformar el artículo 42 de la Constitución local, para impedir a alcaldes, síndicos procuradores, regidores y diputados locales, ser candidatos, hasta en tanto concluyeran el cargo electoral que ostentaran.

Este impedimento legal, conocido como “Ley Antichapulin”, fue la que aplicó el Tribunal de Justicia Electoral, para “congelar” la candidatura de Jorge Hank Rhon a la gubernatura estatal, pues entonces ostentaba el cargo de Presidente municipal de Tijuana. 

Fue el 20 de junio del 2007, cuando el Tribunal de Justicia Electoral del Poder Judicial del Estado, determinó que Hank Rhon, no podía contender por la gubernatura estatal, en atención a reclamo en tal sentido hecho por el PAN a través de la Alianza por Baja California, impugnando el registro de su candidatura por el Consejo Electoral Estatal. 

Fue necesario acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el que luego de intensas presiones y cabildeos, le retornó la candidatura al dueño del centro hípico de Tijuana, al determinar que la “Antichapulín” violaba los derechos de los individuos, a votar y ser votados, previstos en el Artículo 35 de la Constitución Federal. Para desgracia de Hank, perdió los comicios ante el panista José Guadalupe Osuna Millán. 

Por lo tanto, dicha disposición jurídica, a partir de entonces, aunque vigente, era inoperante. 

Era algo así como un “espantapájaros”, pero para acabar los nervios de muchos “chapulínes” y para que quedara totalmente claro que “espantaba”, pero que no impedía a nadie saltar de puesto en puesto, pues decidieron eliminarla, 9 años después de su creación. 

Bueno, en realidad apenas se dió el primer paso para ello. Este lunes, la Comisión de Gobernación, Legislación y Puntos Constitucionales, del Congreso aprobó derogarla. Falta que sea aprobada por el pleno, y por tratarse de una reforma constitucional, se requerirá de mayoría calificada para ello y continuar el proceso legislativo correspondiente. 

Parece este el anuncio anticipado del inicio de la efervecencia política que se desatará en los próximos meses, cuando quienes ocupan cargos de elección popular de bajo nivel, se pronuncien por ocupar otro de mayor nivel, aunque tengan que dejar el que ocupan y que pelearon férreamente, pero que ahora no les satisface el apetito política. 

Los regidores, aspiran a ser alcaldes, diputados locales, o diputados federales. 

Los diputados locales, al menos quisieran ser Alcaldes o diputados federales. 

Los diputados federales, anhelan convertirse en Senadores. 

Los senadores, sueñan con ser Gobernadores. 

Los “chapulínes”, no son de un solo partido. Los hay de todos tamaños y colores. 

Es más, las pugnas internas, en cada partido, para lograr una posición superior a la que ostentan en estos momentos, ya están en todo su apogeo, aunque apenas iniciaron la gestión de la que actualmente desempeñan. 

Quizás entre los diputados locales que promueven la derogación de la “Ley Antichapulín” están varios “chapulínes” que pretenden saltar tan alto como les sea posible. 

La “Ley Antichapulín” que tan serios dolores de cabeza causó a los priístas en general en el 2007, y en especial al entonces candidato a gobernador, Jorge Hank Rhon. 

Hoy los “chapulínes” podrán saltar a gusto, sin temores, sin limitaciones. 

Para muchos de ellos, pareciera que se les adelantó la primavera. 

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