Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT

Ayer ocurrió lo que muchos suponían prácticamente imposible. Xolos ganó a los Diablos Rojos de Toluca y con ello obtuvo el campeonato de futbol, un triunfo que sabe a gloria a Tijuana. Definitivamente, ya hay un buen motivo de referencia respecto de esta ciudad fronteriza.

Metafóricamente, Jorge Hank Rhon, aspirante priísta a la gubernatura de Baja California, le ganó al Presidente de México, Enrique Peña Nieto, al menos futbolísticamente y en su propia casa. Eso no fue nada político, con todo y que al Señor Presidente no se le debe ganar en ningún terreno.

Podría decirse que todos los mexicanos, y en especial los tijuanenses y los toluqueños, suspendieron actividades para observar o escuchar el encuentro futbolístico. Hasta los políticos bajacalifornianos se dieron cita en “La bombonera”, en el palco del propìetario de los Xolos, para no perder detalle sobre la final del futbol, que concluyó con el triunfo del representativo de Tijuana.

Ahora sigue la otra contienda, la política. La sucesión por la gubernatura estatal de baja California, en el 2013 y en la que el Presidente Peña Nieto “lleva mano”, pues será quien decida cuál de todos los aspirantes, entre ellos Hank Rhon, será postulado como candidato priísta.

Hubo cronistas que, a propósito de la final entre Xolos y Diablos de Toluca, observaron que la posibilidad de un encuentro entre Hank Rhon y Peña Nieto, con motivo de esta contienda deportiva, había generado morbo. Incluso hay quienes aseveran que la popularidad del empresario de las casas de apuestas, se iría “a las nubes”, si llegasen a triunfar los Xolos.

Hank Rhon ganó deportivamente, pero no ganó nada políticamente. Incluso, aficionados al futbol se molestaron cuando en días pasados Hank manifestó que los Xolos son priístas, lo que luego trató de componer, para dejarla peor.  

Para desgracia de Hank, deporte y política son dos cosas totalmente distintas. Muchos pueden declararse seguidores de los Xolos y por ello manifestar que conocen al propietario, pero eso no significa que puedan llegar a considerarlo como un buen político. Lamentablemente para el empresario, las cosas no son así.

En las gradas del estadio, o en el campo de juego, los ciudadanos se ponen la camiseta del equipo deportivo de casa, pero conservan la de su partido político, precisamente cuando se les cuestiona sobre preferencias electorales. Por lo tanto, Hank no podrá cubrirse con la fama de los Xolos, y su insistencia en escudarse en su equipo, podría restarle seguidores.  

Viene pues una separación lógica, natural, del equipo futbolístico y de su propietario. El hecho de que haya creado un equipo, ahora campeón, que distingue a Tijuana respecto a muchos otros municipios del país, no borran la mala fama que tiene.

Hank Rhon tiene que enfrentar sólo su propia contienda. La política. Para empezar, tendrá que acreditar que no tiene cuentas pendientes con la justicia, pues su nombre sigue apareciendo en los estrados judiciales. Aún “escucha pasos en la azotea”.

Lo interesante es que pareciera que el empresario no tiene rivalidades políticas con los demás priístas que, como él, aspiran a la gubernatura estatal. Salvo el caso del diputado federal Fernando Castro Trenti, que desde hace rato recorre solitario la pista política hacia la meta de la postulación priísta, aunque aún no sea tiempo para ello.

En los dos encuentros de la final de futbol, tanto el de casa, como el celebrado ayer en Toluca, varios de los Alcaldes, al menos Carlos Bustamante y Enrique Pelayo, de Tijuana y Ensenada, respectivamente, se les vió acompañando a Hank. Bueno, hasta Humberto Lepe Lepe estuvo a su lado.

Por cierto, el comentario del columnista respecto a que Lepe Lepe aparenta ser aspirante a la gunernatura, pero que en realidad anda en misión especial, para informar al CEN del PRI la realidad del panorama político previo a los comicios del 2013, causó molestias en algunas personas, que en el ánimo de defenderlo, confirmaron que está impedido para lograr la candidatura priísta en la entidad.

Esto, pues el columnista apuntó que Lepe Lepe se había cobijado bajo la sombra de Beatriz Paredes, lo que le permitió ser designado como coordinador de delegados del CEN del PRI y actualmente Delegado en el Estado de México. Que las condiciones no le favorecen, que al abandonar la dirigencia nacional Pedro Joaquín Coldwell, lo sustituirá César Camacho Quiroz, como Presidente, y la yucateca Ivonne Ortega Pacheco, como Secretaria General.

Un lector del portal de Agencia Fronteriza de Noticias, bajo el seudónimo de “Tijuanense”, comentó al respecto :  “…Creo que a nuestro amigo (Lavenant) otra vez le falta mas informacion, pues quiza no esté enterado, que Humberto Lepe es amigo personal del César Camacho. Salu2”.

Otro más, cuyo nombre se omite, mediante correo electrónico, informa al columnista que el nuevo dirigente nacional del PRI, el exgobernador César Camacho Quiroz, es padrino de Miguel Lepe Bravo, Regidor del Ayuntamiento de Mexicali, hijo de Humberto Lepe Lepe, como presumiendo que el compadrazgo le podría favorecer en sus aspiraciones políticas.

La verdad es que, si en el viejo PRI el compadrazgo era la vía más directa para lograr posiciones políticas o administrativas, en el nuevo PRI, dicen, esto es una limitante. Dicho en pocas palabras, con tal relación, se diluyen por completo las pretensiones políticas de Humberto Lepe Lepe. Ya no podrá seguir “camuflajeado” como aspirante a gobernador.

De cualquier forma, nadie puede decir que lleva ventaja en la contienda por la postulación priísta a la gubernatura estatal. Ni siquiera Hank Rhon, con sus Xolos.

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