Me refiero a las notas que usted publicó los días 10 y 15 de mayo en curso, en el portal digital afnijuana.info. En virtud de que estas notas contienen falsedades que afectan el prestigio de mi persona, me veo en la necesidad de ejercer el derecho de réplica que me otorga la ley reglamentaria del artículo sexto, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

 

       1. Es ABSOLUTAMENTE FALSO que GRUPO TURBOFIN sea de mi PROPIEDAD. No soy, ni he sido accionista, representante legal, ni miembro del Consejo de Administración de dicha empresa.

 

       2. ES ABSOLUTAMENTE FALSO que yo haya suscrito algún contrato con el Ayuntamiento de Tijuana a mi nombre, o a nombre de Grupo Turbofin. Es más, ni siquiera he estado en la Ciudad de Tijuana.

 

De manera irresponsable usted no se molestó en buscarme por teléfono para confirmar la veracidad de su falsa creencia.

 

       3. Solamente presté mis servicios a Grupo Turbofin en el área de informática y finanzas de octubre de 2015 a mediados de marzo de 2017.

 

       4. Ante estas circunstancias, y en virtud de que la difusión de estas falsedades ya me está causando daño moral y además está trascendiendo e influyendo en grupos violentos que se esconden en el anonimato, desde ahora les hago responsables, en lo que les corresponda, de lo que pudiera ocurrir a mi familia, a mi persona y a mi patrimonio, así como de los daños y perjuicios correspondientes.

 

Siendo un convencido defensor de la libertad de expresión, también soy un convencido de que nadie tiene derecho a publicar calumnias e infamias que atenten contra el prestigio y el honor al que todos tenemos derecho.

 

Le agradezco la publicación íntegra de esta carta en los términos del derecho de réplica que contempla la ley y reservo mi derecho a emprender la acciones, que en derecho correspondan, para defender mi buen nombre y mi prestigio.