Por: Ángel Gómez

INDIANÁPOLIS, 1 DE FEBRERO DE 2012 (AFN).- El enfrentamiento del domingo en el Súper Bowl XLVI en Indianápolis tiene tintes muy significativos para la añeja rivalidad entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Gigantes de Nueva York.

Ambos equipos se vieron las caras en la edición XLII del encuentro final de la NFL en Febrero del 2008, cuando los Patriotas llegaron al cotejo final con marca perfecta de 18 juegos ganados en la temporada incluyendo la postemporada, mientras que Gigantes pasó apenas en la pelea de la ronda de comodines perdiendo seis encuentros, lo que se antojaba una empresa fácil para los pupilos de Bill Bellichick.

Pero como en todos los deportes, la historia de la temporada regular queda atrás, y todas las marcas son para los libros de records, los neoyorquinos no dejaron de enfocar su objetivo y con una explosiva actuación del mariscal de campo Eli Manning que a un mes de haber cumplido 27 años se convertiría en el jugador más valioso (MVP) de ese súper tazón derrotando a los invictos patriotas 17-14. Manning lanzó 19 pases completos en 34 intentos con 255 yardas.

Manning, egresado de la Universidad de Mississipi, fue seleccionado por los Cargadores de San Diego en 2004 pero rechazó la propuesta por no considerar que el equipo del Rayo fuera un equipo ganador, lo que le ganó la animadversión de la fanaticada del Sur de California y la frontera Tijuana – San Diego.

En esa edición la fiesta del medio tiempo fue amenizada por el legendario rockero Tom Petty and The Heartbreakers con sus éxitos de los setentas y ochentas que pusieron eufóricos a los más de 71 mil asistentes al estadio de la Universidad de Arizona en Phoenix.

Para los Patriotas el volver a ver las caras al Manning y sus Gigantes es la oportunidad de convertirse en el único equipo que llega siete ocasiones a la fiesta grande de la NFL y ganarla en 5 ediciones con el mismo mariscal de campo Tom Brady.