Ya sin barba, afeitado, el lanzador derecho apareció en la caseta durante el segundo juego de la serie de la Liga Mexicana de Beisbol que el equipo capitalino sostiene ante Olmecas de Tabasco en el Estadio Gasmart de Tijuana.

 

Sobre su presencia en Ensenada destacó el apoyo de la afición, que “estaba motivada de verme” y “le di lo que quería de mí”.

 

“Ahora estamos aquí en Tijuana con Diablos”, dijo, aún sin conocer cuál será su función en la rotación de pitcheo a cargo del manager Miguel Ojeda.

 

“La rotación abridora es decisión del manager y yo asumo esa decisión, aquí vamos a estar toda la semana”, indicó, en espera del último juego de la serie ante Olmecas y la siguiente frente a Piratas de Campeche.

 

En especial, Loaiza recalcó su participación con Diablos en Tijuana, su ciudad natal, donde “estoy jugando como local y es un gran orgullo para mí pisar en estos terrenos otra vez, especialmente en este estadio que hicieron casi todo nuevo”.

 

“Con este estadio, con esta afición, esperemos que la gente lo aprecie y que vengan a ver a los Toros, así como a nosotros toda esta semana que vamos a estar aquí, que vengan a vernos para que haya beisbol en el invierno y en el verano”, agregó.

 

Con Marineros, en los dos juegos frente a Freseros de San Quintín, el primero ganado y el segundo sin decisión, Esteban Loaiza trabajó doce entradas y un tercio, con 13 hits, cinco carreras, una base por bolas y seis ponches.

 

Ya incorporado a Diablos Rojos, señaló que su objetivo será “sacar al primer bateador y poner ceros en la pizarra, eso es en lo que yo siempre estoy pensando”.