En total secreto, como se los dijimos aquí, llegó a Tijuana el Secretario de Estado Adjunto de los Estados Unidos para América Latina, Arturo Valenzuela, según esto, porque su gobierno así lo demandó. 

 

No sabemos si su equipo venía “paniqueado” por la fama de ciudad violenta que tiene nuestra frontera, pero pese a que Tijuana ya no forma parte de sus alertas, pareciera que el temor los sigue embargando porque a diferencia de San Diego donde se programaron eventos que fueron anunciados, en esta frontera fue diferente. 

 

Y tal vez no estaban tan errados al tomar estas precauciones en la visita del colaborador de Barack Obama, porque todavía hoy, dos personas fueron ejecutadas por la madrugada, sobre el puente que conduce a la garita fronteriza y por la tarde en otro ataque en Otay, una persona murió y otra más resultó herida. 

 

AFN logró ubicarlo y fue el único medio que llegó al sitio donde Valenzuela estaba y como lo muestran nuestras gráficas, pudimos estar muy cerca de él, aunque sólo se limitó a decirnos un “hellou” en respuesta al saludo de nuestra reportera. 

 

Valenzuela se reunió a “petit comité” con cuatro funcionarios del gobierno del estado y nos afirman que le envió un cordial saludo al gobernador, quien se quedó en la capital del estado para conmemorar el primer aniversario del sismo que nos “movió” el 4 de abril del año pasado. 

 

Por la misma “secrecía” con que se rodeó esta visita, no se invitó a empresarios quienes manifestaron su sorpresa de saber que un funcionario de su nivel estaba en Tijuana y que ni el gobierno estatal ni el consulado de Estados Unidos en Tijuana les dieron la oportunidad de conversar con él y hacerle patente su sentir, por los problemas fronterizos que tenemos. 

 

En la mencionada reunión privada, los funcionarios solamente le dijeron “cosas bonitas” o sea que le comentaron que todo estaba bien, sobre todo en materia de seguridad, donde se habló de la coordinación entre instituciones, de la depuración policiaca, del apoyo del ejército, de la relación con los elementos de corporaciones estadounidenses y otros, pero no le reclamaron sobre las exigencias de su gobierno que derivaron en control de dólares, ni le pidieron que se acaben las fuertes demoras en la frontera ni le hicieron referencia al ingreso de miles de armas que llegaron a manos de criminales, propiciado por su administración. 

 

Claro que mucho menos se hizo referencia a Wikileaks y la salida del Embajador estadounidense. 

Pero bueno, tan en secreto se hizo esta visita, que durante la misma llegó al restaurante, sede de la reunión, el diputado federal Gastón Luken, quien al salir minutos después y ser interrogado por AFN, dijo no haber sido informado de la presencia en Tijuana del Secretario. 

 

 

Por cierto y hablando de Gastón Luken, el Senador Fernando Castro Trenti lo emplazó a que se sume a los esfuerzos por “transparentar” el caso de Sempra Energy, no obstante, afirmó, que familiares directos del diputado panista, tengan acciones en esa trasnacional. No se lo mandó a decir. 

 

Pero no sólo eso sino que también envió otro fuerte mensaje, en un evento priísta del fin de semana, al advertir que no se requiere de ser rico para aspirar a un cargo de elección popular, ni que por ser pobre, un político será frenado. 

 

¿Será obvia referencia al ex alcalde priísta Jorge Hank Rhon? Y conste que lo estoy preguntando y no asegurando por aquello de las reacciones, en ambas “bancas”. Ya estoy por abrir mi “buzón de quejas” 

 

 

Pero quien si parece haber enviado un mensaje directo al propietario del Hipódromo, es el diputado Julio Felipe García, quien defendió la propuesta de su partido de empatar las elecciones estatales con las federales de 2012. 

 

Hank habría dicho que está de acuerdo en que se empaten las elecciones, pero no en 2012 y añadió hablando por todos los alcaldes y hasta por el gobernador, que no están de acuerdo con esa iniciativa de su partido. 

 

Julio Felipe García reviró señalando que se trata de un clamor popular y advirtió que seguirán adelante, porque la propuesta está caminando y no se puede detener ni el legislativo tampoco, solamente porque a una persona no le conviene. Negó el legislador que los alcaldes –todos del tricolor- estén en desacuerdo.