Tijuana BC 15 de agosto de 2014 (AFN).- Si usted pregunta en Mexicali quién es el que manda, muy seguramente le responderán ¡la señora Presidenta!

  

Ni siquiera Martha Sahagún llegó a controlar tanto a su marido, como está ocurriendo actualmente con la “pareja sentimental” del presidente municipal de la capital del Estado, Jaime Díaz Ochoa.

  

Y si Martha lo hacía, por lo menos lo disfrazaban más, al ver la serie de críticas que llegó a recibir el entonces presidente de la República, Vicente Fox Quesada, por la intromisión de su mujer en asuntos de interés nacional.

  

Muchos sabemos o entendemos que las llamadas “primeras damas” tienen una fuerte influencia sobre sus maridos (si es que se llevan bien y no les han caído en alguna infidelidad), no obstante que siempre se insista en que sus posiciones son de ornato y que su participación es honoraria, por lo que se les considera “no dañinas” ni nocivas, y además porque normalmente las “pintan” -como anteriormente eran- como inofensivas amas de casa.

  

Sin embargo, algunas de éstas, por la “corte” de aduladores que traen a su alrededor y por la influencia que bien saben que ejercen sobre sus maridos, no pueden evitar caer en la tentación de manifestar públicamente su poder. Algunas más inteligentes, lo hacen “tras bambalinas” y sin que ni siquiera se note.

  

No obstante esto, lo que ocurre en Mexicali ya es para escandalizar, porque quien tiene el poder absoluto, no es ni siquiera la esposa del presidente municipal -la cual en estos momentos enfrenta un proceso borrascoso de divorcio con Díaz Ochoa- sino una secretaria y añeja burócrata, su novia oficial y que ostenta el cargo de secretaria particular del primer edil.

 

Por esto, lo que ocurre en Mexicali es verdaderamente preocupante. No se ha dimensionado bien el problema que se vive en la capital del Estado, sobre todo porque una mayoría de medios no lo ha destacado como merece ni analizado a fondo, salvo el compañero periodista Jaime Delgado, a través de su Portal http://periodismonegro.com/

  

En Mexicali, según dicen quienes saben, están a punto de caer en una situación de ingobernabilidad, por el “coctel peligroso” que se ha generado en esa capital, primero porque Sonia Carrillo -que es la novia del susodicho- ha monopolizado todo el poder (con la venia del presidente municipal), y luego, por el enfrentamiento -ya abierto- que el alcalde sostiene con prácticamente todo su cuerpo edilicio, que ha derivado en que ni siquiera se realicen las sesiones de Cabildo, que la Ley establece.

  

De hecho, no han vuelto a celebrar una de estas sesiones, desde que el pasado 25 de julio el presidente municipal suspendió -haciendo uso de sus facultades legales- la junta, en virtud de la propuesta que presentaron regidores de esa ciudad, para ser reintegrados en el órgano colegiado del Ayuntamiento y así tener, no solamente voz sino también voto, en la decisión del establecimiento de las tarifas en el transporte.

  

A partir de esa fecha no se volvió a celebrar nimguna otra sesión de Cabildo y mucho más grave, no se ha instalado el Consejo Municipal del Transporte, por lo que éste es un tema pendiente y a punto –también- de estallarle en las manos al munícipe.

  

De hecho, el presidente municipal -que ha mostrado desprecio por sus regidores- ya solamente cuenta con el apoyo de cuatro de éstos, en tanto que el resto se ha integrado en un grupo que ya se conoce como el G14 y que entre otras cosas, ya piensa convocar  a una sesión extraordinaria, que podría celebrarse el próximo jueves. Díaz Ochoa se ríe afirmando que no tienen autoridad para esto, sin embargo al formar mayoría, le pueden dar una sorpresa, y no precisamente, muy grata.

 

Dentro del CEN panista ya ha surgido la alarma, debido a que algunos panistas que son “clave” han recibido informes con “santo  y seña” de todo lo que ha hecho el presidente municipal y –peor tantito- lo que hace su pareja, quien incluso se da el lujo de “operar” con los funcionarios y ediles afines, además de mantener el control absoluto de las acciones de gobierno.

  

Dicen que Sonia Carrillo, que es una mujer inteligente, con varias “horas de vuelo” en la “grilla” palaciega, ha incrustado por lo menos a un aliado (léase oreja) en todas y cada una de las dependencias municipales. Y en días pasados se descubrió que estaba “operando” desde un restaurante, con la regidora Arámburo y otros, cuando la oficial mayor, Maribel Avilés Osuna, no se presentó a una cita, a la que fue convocada.

  

Y lo han comentado con los representantes nacionales, no solamente porque Díaz Ochoa pertenece al PAN, sino también porque tiene -y lo presume- el apoyo de su dirigente Gustavo Madero, y por eso afirma que a él le harán “lo que el viento a Juárez”.

  

Es más, nuestro “Reportero del Barrio” -que se fue a dar una vuelta a Mexicali para ver si Sonia Carrillo, es la “mandamás”, como dicen las malas lenguas- se enteró que durante estos días llegó a  Mexicali el senador Javier Corral –también cuatacho de Díaz Félix- , el cual, no obstante eso, quedó verdaderamente asustado por todo lo que le dijeron los ediles “propios y extraños”.

  

Inclusive llamó a José Luis Ovando Patrón, dirigente estatal de Acción Nacional para determinar qué es lo que se tendrá que hacer en este caso, en el que también regidores panistas están sumamente molestos por la forma de proceder de su alcalde.

 

Y como muestra clara del desorden en el que se encuentra sumido el Ayuntamiento de la ciudad de Mexicali, está la actitud de la oficial mayor, Maribel Avilés, quien no tuvo empacho en despotricar en contra de los regidores, que técnicamente son sus jefes.

  

Durante una sesión en la que compareció, recriminó a los regidores por el hecho de que algunos de sus asesores -a los que ya habían despedido- estuvieron presentes ahí y les advirtió que no podían estar, sin antes mostrar el oficio de comisión respectivo, so pena de iniciar un proceso administrativo contra ellos.

  

Luego les dijo a los ediles -lo que, según ella- deberían de estar haciendo y hasta les enlistó sus tareas: deberían estar viendo –advirtió- cuáles son los reglamentos, cuáles los que se contraponen; estar arreglando la cuestión jurídica y legal; estar haciendo propuestas y mostrarse preocupados sobre la negociación con el Issstecali  y sobre la situación económica del Ayuntamiento.

  

Les advirtió: “su trabajo es muy distinto al mío, yo soy un trabajador aquí, yo soy un funcionario administrativo, ¿cuál es mi trabajo? Obviamente todo lo relacionado con el personal, todo lo relacionado con los bienes, adquisición, negociaciones, nada que ver con el trabajo con los regidores”, según reportó en su momento periodismonegro.com, tras la salida de la funcionaria, de la oficina del síndico procurador.

  

Y para rematar, reclamó: “yo no sé realmente qué trabajo están haciendo, yo nomás los veo desayunando, todo el G-14  y el G no sé qué… pues qué a todo dar, ahí la llevan, yo tengo mucho trabajo”, advirtió.

 

Y qué les parece, que según se enteró nuestra “Reportera del Barrio”, en el Congreso local, la decisión de controlar la entrada en el edificio del Poder Legislativo, se tomó de manera administrativa, sin tomar en cuenta, ni mucho menos informarle, al presidente de la Mesa Directiva, Felipe de Jesús Mayoral Mayoral, y eso ¡que no se encontraba de viaje, ni tomándose fotografías, ni tampoco subiéndolas al “Face”! Sin embargo, y ante el descontento de los reporteros -y tras el hecho de que trascendió la decisión de pedir una identificación a todo aquel que quisiera visitar la “Casa del Pueblo”- la medida quedó “suspendida hasta nuevo aviso”.

  

Quisieron hacerlo como sus colegas federales, pero olvidaron el pequeño detalle de que no porque otros lo hagan y la gente se deje, también en Baja California van a estar haciendo todo lo que se les ocurre, en lugar de ponerse a trabajar.

 

PD.- El llamado G14 lo integran los regidores: César Valerio Castillo, Efraín Monreal Gastélum, Jorge Eugenio Núñez Lozano, Amintha Guadalupe Briseño Cinco, David Reynoso González, Ramón Abraham Medina Jiménez, Jorge Camacho Álvarez, Ignacio Sánchez Lúa, Alejandro Gudiño Flores, Brenda Araceli Castro Angulo, Mayra Alejandra Flores Preciado, María Alicia Martínez Mendoza y los síndicos procurador, Humberto Zúñiga, y el social, Francisco Fimbres.

 

PD1.- De los panistas, Jaime Díaz solamente cuenta con el apoyo de la regidora Carmen Arámburo, quien tiene amistad con el edil y su pareja, ya que según cuenta la conseja, fue en la casa de una de sus hijas donde “Cupido” hizo de las suyas con el alcalde y la burócrata.

 

PD2.- Dice el “Reportero del Barrio” que en la sesión extraordinaria de Cabildo -a la que están citando la mayoría de los regidores de Mexicali-, éstos buscarán  entre otras cosas, el dar revés a algunas de las medidas adoptadas recientemente por el presidente municipal, y también restituir en sus cargos a todos los empleados que Díaz Ochoa dio de baja por ser, supuestamente, recomendados de los ediles.

 

PD3.- Y no faltan aquellos que digan que, contrario a lo que se pensaba, el presidente municipal que primero podría “caer”, sería el mexicalense Jaime Díaz Ochoa y no -como se pensaba-  Silvano Abarca Macklis, de Rosarito, lo cual, ya es mucho decir. Y nuestro romántico “Reportero del Barrio” considera que lo que sucede es que Díaz Ochoa “está enamorado”, contradiciendo lo que otros aseguran en el sentido de que Carrillo podría “conocerle algo” y por eso le teme. Lo más simpático, o trágico del caso, es que tanto Díaz Ochoa como Abarca Macklis, ya fueron alcaldes en una ocasión anterior y por lo tanto tendrían que estar convertidos en los mejores presidentes municipales de la entidad.

 

PD4.- Jajajajajaja… Otras “perlitas” de la oficial mayor de la ciudad de Mexicali: “estoy muy preocupada por la cuestión económica del Ayuntamiento, aseguró, es algo que tengo sacar adelante junto con el Presidente”. “Sí los regidores, pues se están paseando, viendo a ver a quién consignan porque les corren, según ellos les despiden injustificadamente a un trabajador de confianza, y a pesar de ello violentan la ley; les importa un comino, le siguen diciendo a la gente que se presenten, con riesgo de que los que incurran en una ilegalidad sean esas personas, ¿qué penita verdad?  Qué falta de ética y de cuidado, mi relación es ninguna, no tengo nada que hacer con ellos y ellos conmigo, no hay ninguna relación, ni buena ni mala”. Esto pasa en una de las ciudades de Baja California.