Con todo su pesar, porque no quería hacerse cargo de este caso, que se sale de lo tradicional, pero el Juez de lo penal en Rosarito, Ramón Ruiz González, dictó el auto de formal prisión en contra del llamado “Padre Desobediente”, Raymundo Figueroa Pérez. 

 

De esta forma, el “padre Ray”, enfrenta una grave situación en todos los sentidos, porque no sólo está “indiciado” como presunto responsable de cuatro delitos de los que se le acusa, sino que tendrá que firmar cada semana y no podrá ausentarse de la vecina ciudad. 

 

Sus seguidores afirmaron hoy a la Agencia, que el padre está “en un retiro espiritual”, pero la verdad es que ahora deberá enfrentar en libertad, su defensa ante tribunales, donde se le siguen procesos por cuatro diferentes delitos.

 

Además, no solamente es el primer sacerdote católico en la historia de la Iglesia en Tijuana que está en una situación de esta naturaleza, o sea, acusado por su propia jerarquía, sino que tampoco puede actuar oficialmente en su calidad de sacerdote en México, porque el gobierno del país le retiró en fechas recientes, el registro que se les otorga a los integrantes de las asociaciones religiosas. 

 

Y si todavía eso le parece poco, en breve, don Raymundo Figueroa será despojado de su investidura de Ministro de la Iglesia fundada por Cristo, ya que se advierte que llegó ya, la sentencia emitida por el Vaticano, donde se le determina la “reducción a estado laical”, o sea, que deja de ser sacerdote. 

 

Esta sentencia, se afirmó a la agencia, ya está en manos del Arzobispo, sin embargo no se hará pública sino hasta que se le notifique al sacerdote, que quedó sujeto a proceso. Muy probablemente esa decisión después de la llamada Semana Mayor. 

 

Este extremo al que se llegó en el caso del padre “Ray”, a muchísimos católicos ha sacudido, porque se cuestionan hasta dónde debe llegar la piedad y el famoso perdón que siempre se predica en la institución, sin embargo si se considera la otra parte, se observará que además de estar creando un “cisma” dentro de la institución, el padre Ray, al incitar a sus seguidores a mantenerse en los alrededores del Templo del que era párroco, está generando “focos” peligrosos, porque la violencia se puede encender en cualquier momento y la Iglesia no puede disponer de este inmueble para continuar con su labor pastoral, a través de otro párroco.

 

*.- Daniel de la Rosa, quedito, pero le pega a Tito Robles 

 

El Secretario de Seguridad Pública del Estado, Daniel de la Rosa Anaya, con su característica seriedad, le mandó “fuerte golpe al hígado” a Javier “Tito” Robles, cuando lo entrevistamos sobre la queja del edil, quien recientemente le hizo un llamado, para que envíe con más frecuencia a su policía estatal. 

 

De la Rosa, por lo bajito, lo cuestionó y puso en entredicho, al establecer que mientras se combate al crimen organizado no se puede re contratar a policías que fueron dados de baja por presumibles nexos con el crimen organizado.

 

¡Pácatelas!… A ver qué dice Tito. 

 

*.-Amnistía Internacional muestra preocupación por desapariciones en Juárez 

 

Joy Chimely, representante del área de Comunicación de Amnistía Internacional México, envió un reporte, mediante el que manifiesta su preocupación por la desaparición de cuatro jóvenes en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde el encargado de Seguridad Pública es el Teniente Coronel Julián Leyzaola Pérez. 

 

Además, dijo, que existe preocupación por la seguridad del representante de la Comisión de los Derechos Humanos del estado, en esa misma ciudad, Gustavo de la Rosa “quien ha pedido activamente una investigación exhaustiva”. 

 

El caso al que se refiere Chimely, ocurrió el pasado 26 de marzo, cuando miembros de la Unidad Delta de la policía de Leyzaola, los detuvieron -según testigos- y desde entonces, se dice que no se les ha vuelto a ver. 

 

Se trata de: Juan Carlos Chavira, de 28 años, Dante Castillo, de 25, Raúl Navarro, de 29, y Félix Vizcarra, de 22, quienes se transportaban en un automóvil por el barrio de Pradera de los Oasis. 

 

Los comentarios de los familiares es que se trata de vendedores de aparatos de radio-comunicación (tres de ellos) y de autos, el cuarto. Ahora, dice el representante de Amnistía, que en la policía no hay registro de ellos y los agentes implicados negaron su participación en esta desaparición forzada. 

 

Ahora si que Leyzaola tendrá que actuar con mucho cuidado porque instancias internacionales le están estableciendo un “marcaje” muy cercano.