TIJUANA, BC 6 DE FEBRERO DE 2012 (AFN).- Candelario “sin apellidos”, se considera fotógrafo de profesión y de corazón, ya que este que llama “su oficio”, lo practica desde que tenía 13 años de edad; quienes lo conocen, lo identifican solamente como "El Fotógrafo del Parque".
"Vamos a empezar la entrevista", dijo el reportero de Agencia Fronteriza de Noticias; "Pero sin cosas tristes", pidió.
"No se preocupe, vamos a iniciar con su nombre", se le respondió; "Mmm, ¡ya empezamos mal!", fue la respuesta.
Don Candelario, quien afirma que no le gusta su nombre, trabaja todos los días ocho horas diarias, excepto "cuando le va bien tomando"; recorre las calles de esta amplia ciudad en busca de una pareja o una familia que quiera retratarse "por sólo 50 pesitos".
Originario del Sur del país, don Candelario llegó a esta ciudad fronteriza desde que tenía cinco años de edad en compañía de sus padres, y desde muy pequeño tuvo que empezar a trabajar para ayudar en la casa y salir adelante, narró.
Cuando tenía 13 años, dijo, conoció a una persona que se dedicaba al arte de la fotografía y empezó a trabajar con él, y fue ahí donde comenzó su gusto por esta actividad que se convirtió poco después en la profesión que practicaría día con día, por más de 50 años.
Todas las mañanas sale a ganarse un “dinerito”, recorriendo principalmente la zona Centro de la ciudad, y desde hace ocho años recorre todos los días el parque Teniente Guerrero, ubicado entre las calles Tercera y Cuarta, frente a la Iglesia de San Francisco, en busca de clientes que se quieran tomar una foto.
Pero eso sí, afirmó, “siempre pidiendo permiso, a la brava no!”.
Su cámara, una Polaroid de color negro instantánea, es la que utiliza desde hace ya dos años; amarrada con “tape” gris la camarita -“Se me cayó y la tuve que pegar”, afirmó-; sosteniendo el flash, don Candelario trabaja y saca sus fotos para venderlas a quien así se lo pide.
“Antes tenía otra, pero me la robaron”, expuso al recordar que fue víctima de la inseguridad, aunque ahora ya está mas tranquilo el ambiente, pues antes le llegaron a robar tres cámaras.
Sin embargo, pese a que considera que las calles están más tranquilas, el principal problema al cual se enfrenta actualmente es la falta de trabajo.
"Ahora todos los eventos son exclusivos, no puede llegar sólo a tomar fotos; además, la gente ya no sale como antes a pasear en los parques", dijo; y hoy por ejemplo esperaba encontrar el parque lleno por ser día festivo, sin embargo eran muy pocas las familias que se dieron cita en el lugar.
“Últimamente no hay mucha gente, pensé que hoy estaría lleno pero no, me voy a tener que ir a la Plaza Santa Cecilia”, comentó.
Además del parque ubicado en la Zona Centro, recorre las calles hasta llegar a la plaza Santa Cecilia, localizada en la esquina de la calle Primera entre la avenida Revolución y Constitución.
Así ha estado por ocho años, antes trabajada en Calafia en el municipio de Rosarito, recorriendo restaurantes y la zona de playa.
"No son lo mismo esos tiempos cuando trabajaba allá, en esa área con una gran cantidad de turistas, a estos días”, comentó.
También dijo que la vista ya no le ayuda, pues ahora que ha pasado el tiempo ya no ve bien y el dinero no le alcanza para ir con un doctor a que lo atienda.
"De la familia, ni hablar, no hay, estoy solito”, concluyó Candelario, el fotografo del parque Teniente Guerrero.