Palco de Prensa
Por: Gilberto LAVENANT
Los candidatos presidenciales, Peña Nieto, López Obrador, Vázquez Mota y Quadri, se reunieron ayer con el poeta Javier Sicilia y el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. El evento tuvo lugar en el Castillo de Chapultepec. A los cuatro les pasó lo que al personaje del chiste : fueron por lana y salieron trasquilados.
El más vapuleado, sin duda alguna, fue Andrés Manuel. Con frecuencia hay quienes le refieren como “el candidato de los pobres”, que seguramente pensó en que se iba a llevar las palmas. Que las críticas o señalamientos, serían para sus rivales. Irónicamente, fue el que se llevó la peor parte. El poeta manifestó que el candidato de las izquierdas también forma parte de los políticos que sólo cuidan sus intereses. Que no tiene su respaldo ni confianza, porque también es integrante de la clase política que cuida sus intereses para alcanzar el poder.
También dijo que López Obrador es impotente frente al esquema de complicidades que impiden que los ciudadanos tengan un verdadero poder para definir el rumbo nacional. Que al tabasqueño, tampoco se le puede creer, mientras siga siendo solidario con los criminales que están debajo de él, dentro de su partido.
“Andrés Manuel López Obrador –dijo- no representa más que a Andrés Manuel López Obrador… lo demás es corrupción. A Andrés Manuel López Obrador lo respeto muchísimo, pero es impotente… y mientras también sea solidario con los criminales que tienen en su filas (el PRD)… ¿cómo le voy a creer?”
Pero eso no fue nada. Lo peor fue cuando Sicilia, cara a cara, dijo a López Obrador : “ni para usted, ni para su partido, existen los casi 60 mil muertos, los cientos de desplazados, las viudas, los niños, no existe nuestro sufrimiento”.
Y todavía más. Le dijo que gente que lo apoya, tienen “un espíritu fascista” y le recordó que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha sido víctima del hostigamiento de sus correligionarios, quienes a la fuerza quieren que estén con ellos.
“Nosotros –precisó- no solamente somos gente de buen corazón, somos una manifestación de la resistencia social a la barbarie, que su partido y los otros partidos, y la plataforma que lo impulsa, han ignorado. Por eso le pido autocrítica, no es con usted señor López Obrador, mis respetos, lo quiero muchísimo… hay debajo de todo esto, no de usted, no de lo mejor del PRD, un espíritu fascista y lamento decirle que yo no puedo callar tampoco la verdad”.
Al inicio del acto, Javier Sicilia dió la bienvenida al candidato de las izquierdas, citando a Octavio Paz: “El mundo nace cuando dos se besan, querido Andrés Manuel”. Y el poeta, como lo ha hecho con otros políticos, besó en el rostro a los candidatos.
Sicilia también hizo un reclamo directo a López Obrador : “…si hablamos de hostigamiento y de amor, quiero enseñarle lo que he sido hostigado por sus correligionarios. Si ese es el amor que profesan, yo “pinto mi raya”. Pues a fuerza con ustedes, es a fuerza, y yo no creo en eso. Pero no es un asunto con usted, no creo que usted haya dicho eso, pero si lo ha padecido y lo hemos padecido algunos”. En otra parte, Sicilia señaló que López Obrador utilizaba una retórica vacía, en ocasiones intolerante y que con su “República Amorosa” confrontaba a los que no estaban de acuerdo con él y tenía matices de mesianísmo.
El candidato presidencial de las izquierdas, obviamente se incomodó ante tales señalamientos, pues pidió a los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad no meterlo “en el mismo costal”, como a los otros candidatos y afirmó que no es autoritario ni mesiánico y que desde 1977 inició su carrera en defensa del pueblo mexicano. Que no es un ambicioso del poder, ni lucha por un puesto público.
En escala de reclamos, el segundo lugar lo ocupó la panista Josefina Vázquez Mota. Sicilia le dijo que ella y su partido, “…representan 12 años, que han dejado al país como un verdadero camposanto”. Incluso, el poeta calificó como “imbécil” la guerra que Acción Nacional ha emprendido contra el crimen organizado y reiteró que la elección del próximo 1 de julio seguirá siendo una simulación.
Sicilia dijo a la candidata “diferente”, que ha sido incapaz de pedir perdón a las víctimas de la violencia y que “su partido es responsable de toda la violencia, ustedes parece sólo tienen imaginación para la violencia y la disputa por el poder”. Josefina apenas si alcanzó a manifestar que pedía perdón por las omisiones de su gobierno.
Al mexiquense, Enrique Peña Nieto, tampoco le fue muy bien, que digamos. Activistas de dicha organización le reclamaron por diferentes hechos de impunidad que le atribuyen a su partido. En especial, por el caso de Atenco. La activista Trinidad Ramírez le dijo :“el dolor de nuestros pueblos, es para tí un trofeo”.
El mejor librado, fue el candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, pues fue el único que logró obtener palabras de agrado del poeta Sicilia, quien manifestó que sentía simpatía por él, más no por su partido. Sin embargo, fue severamente cuestionado por su relación con la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, y por haber aceptado la candidatura del Partido Nueva Alianza.
Es común, ver como se lucen los candidatos presidenciales, cuando asisten a un evento al que sólo asisten sus aliados. Nada de reclamos, simplemente aplausos y presuntos reconocimientos. Ellos, con discursos empalagosos, promisorios.
Totalmente distinto, cuando los asistentes no responden a compromisos o a valores entendidos. Este fue el caso de la reunión de ayer en el Castillo de Chapultepec con el poeta Javier Sicilia y los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Definitivamente, todos los candidatos presidenciales, y sus respectivos partidos, tienen que enfrentar serios reclamos. Como el día de ayer, que “…fueron por lana y salieron trasquilados”.
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