TIJUANA BC 22 DE DICIEMBRE DE 2024 (AFN).- Muertos, heridos, intentos de incendio y “narcomensajes”, han sido una constante en este 2024 que está por concluir, en el conocido bar "La Cueva del Peludo", ubicado sobre el transitado bulevar Díaz Ordaz en la delegación La Mesa.
Hasta la fecha, el bar continúa asegurado por la Fiscalía General del Estado (FGE) desde el pasado 10 de diciembre, cuando un guardia de seguridad del lugar fue ultimado con un balazo en la cabeza, sumándose a la decena de victimas de violencia en el lugar.
La noche del pasado viernes, trabajadores del bar se manifestaron al exterior del mismo para exigir su reapertura, al señalar que dependen principalmente de las propinas que reciben, pese al riesgo que corren al trabajar en ese sitio, considerando que algunos de sus compañeros han sido asesinados en el presente año.
Uno de los casos más sonados ocurridos en este 2024 -y que no ameritó el cierre del lugar- se registró el pasado 6 de marzo, cuando fue ejecutado en ese bar un hombre identificado como Rubén Duarte, un presunto operador de un grupo delictivo en la delegación Sánchez Taboada.
En ese ataque, perpetrado en el estacionamiento del inmueble, otro hombre resultó lesionado de gravedad; hasta el momento la fiscalía no ha informado algún avance en la investigación de ese crimen.
Apenas una semana después, el 14 de junio, un ataque en el interior del bar dejó como saldo un hombre muerto, en tanto que otro hombre y una mujer, ambos empleados del bar, también fueron alcanzados por las balas y requirieron ser trasladados a un hospital.
Otro caso de violencia en el lugar ocurrió el 10 de septiembre, cuando un guardia de seguridad del lugar resultó lesionado de bala, y un día después, un vehículo fue abandonado frente al inmueble, y en su interior fueron encontrados una lona con amenazas, además de una hielera con una cabeza humana en su interior.
Recientemente el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en el Estado, Leopoldo Tizoc Aguilar Durán, declaró que en la mesa de seguridad regional, se planteó la posibilidad de ordenar el cierre definitivo del citado bar, el cual es identificado por las mismas autoridades como un centro generador de violencia.
Días después, el alcalde Ismael Burgueño Ruiz dijo que él apoyaría la decisión que se tome al interior de la mesa de seguridad, pese a que entre sus facultades como primer edil, está el ordenar el cierre, temporal o definitivo de esos lugares.