*.- Los sicarios que operan para el cártel de Sinaloa sorprendieron a los del CAF y estos respondieron
TIJUANA BC 24 DE MAYO DE 2023 (AFN).- La masacre en el poblado de San Vicente, sobre la carretera transpeninsular, que culminó con la muerte de 10 personas y dejó a otras 10 heridas -entre estas un menor de 13 años- fue consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de dos cárteles que en algún momento trabajaron en conjunto, pero por alguna razón se distanciaron.
Esto fue parte de lo que en su momento informó el fiscal Estatal de Baja California Ricardo Iván Carpio Sánchez, quien confirmó que todos los involucrados (salvo el menor) tenían relación con los grupos en pugna, aunque el niño de 13 años estaba en la zona con los atacados porque su abuelo lo llevó a presenciar el evento denominado Cachanillazo.
Aparentemente, todas las víctimas, por lo menos las mortales, corresponden al grupo del cártel Arellano Félix, asociado con el Cártel Jalisco Nueva Generación, y por lo que dijo el fiscal estatal, en algún momento habrían realizado operaciones en conjunto con el grupo que opera en Sinaloa, pero luego se enfrentaron por algún motivo que se investiga.
No estaban peleando la posesión de la plaza en Ensenada, sino que ahí se llevó a cabo el enfrentamiento, por lo que dijo que fue una acción fortuita, aunque se sabe que el propio Trébol, Alonso Arámbula Piña dio a conocer en sus redes su presencia en ese evento de vehículos "fuera de camino", así como la ruta que estaba siguiendo. Formaba parte de un Club que se denominaba Exóticos.
Para este miércoles se informó sobre la captura de tres individuos como sospechosos de haber participado en esta masacre y que fueron localizados -y detenidos- en el mismo poblado de San Vicente, al sur de Ensenada, en posesión de armas, droga y un mensaje en una "narcomanta' en la que hacen alusión a este suceso.
Se les decomisaron tres armas cortas calibre 9 mm, 59 cartuchos útiles abastecidos y tres cargadores, así como un envoltorio sellado con posible metanfetamina y otro con hierba similar a la marihuana, además de un vehículo Ford Expedition de color blanco con placas de California. Se analiza si estas armas fueron utilizadas en el hecho criminal.
La manta blanca -con letras negras- exhibió una leyenda similar en texto y en escritura a las que fueron colocadas en días pasados en distintos puntos del municipio de Ensenada, en la que se hablaba sobre este crimen masivo.
Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer la identidad de los fallecidos aunque trascendió que estos fueron: David Macías Serrano, Roberto Isaías Ayala Aguilera, Roberto Macías Figueroa, Óscar Iván Pérez Ramírez, Leonardo Rodríguez Rubio, Mariana Soto Castro (la única mujer), Ángel Soto Castro, Josué Alberto Herrera, el propio trébol Alonso Arámbula Piña, y el delegado de San Antonio de las Minas, José Eduardo Orozco Gil.
De los mencionados, Ayala Aguilera, era un joven con residencia en Estados Unidos, y su familia estaba solicitando -a través de redes- donaciones para trasladar su cuerpo, que ya había sido liberado por las autoridades, a San Diego California.
Durante la conferencia de prensa que ofreció el fiscal en compañía del secretario de Seguridad Ciudadana, el general Leopoldo Tizoc Aguilar Durán, refirió que hasta el momento no se tenían indicios que pudieran relacionar a estos dos últimos en actividades de narcotráfico, sin embargo, por los datos que han surgido se habla de una amistad entre el funcionario municipal y Arámbula Piña, que no obstante no tener antecedentes en la fiscalía (aunque sí era supuestamente investigado por elementos de inteligencia), era ampliamente conocido en la zona.
Del delegado se dijo desde el ayuntamiento, que pertenecía al Partido del Trabajo y que estaba como un aficionado en el lugar de los hechos, pero se omitió decir que Orozco Gil viajaba en el mismo vehículo que El Trébol.
No se dieron a conocer más datos por parte del gobierno municipal, no obstante que la administración aparece como parte organizadora de este evento.
Y si uno observa con mayor detenimiento la promoción que circularon sobre la carrera, aparece una imagen de un hombre empuñando un arma larga, y en otra, un vehículo con la figura de un Trébol. También se daba a conocer la ruta.
Tampoco hubo un pronunciamiento oficial por parte del grupo al que Orozco pertenecía, que era el de Armando Reyes Ledesma y Claudia Agatón, diputados federal y Estatal respectivamente, ni tampoco de la gobernadora Marina del Pilar Ávila, hasta que fue interrogada al respecto en la más reciente "mañanera" cuando la reportera Jesusa Cervantes le señaló que el ahora occiso había sido "su aliado" en la campaña por la gubernatura.
Por lo que se refiere a las personas lesionadas, Agencia Fronteriza de Noticias dio a conocer en su momento que los heridos, con distintos grados de gravedad fueron:
- Victor Manuel Espinoza Villegas de 24 años.
- Bellanira Lomas de 23 años.
-Alsley Vargas Lisaldi de 20 años
- Érick Martinez de 31años.
- Cristian Castillo Rojas de 31años.
- Ilse Rodríguez Muñoz de 35 años.
- Luis Delgado Pofin de 23 años
-César Amodo Esqueda González de 35 años.
-Un Menor de nombre Julion M. de 13 años.
De la masacre que ocurrió, le fue informada a la fiscalía Estatal a las 14:18 horas, por parte de efectivos del Ejército Mexicano, que por tener presencia en la zona, fueron los primeros en llegar al área.
En el ataque -refirió el fiscal- Carpio, 13 personas dispararon armas de fuego pero ninguna fue localizada en la zona del crimen ya que quienes lograron darse a la fuga por parte del grupo que abrió fuego se las llevaron consigo, en tanto que las de las víctimas, al parecer las recogieron personas que eran parte del mismo grupo porque se aproximaban los militares al área.
De esas 13 armas, según los casquillos encontrados en el lugar, cuatro eran armas cortas; una de estas calibre 38 súper; tres eran calibre 9 mm y nueve armas largas, de las cuales siete son calibre .223 y dos calibres 7.62x39, de las conocidas como "cuerno de chivo".
Por las primeras investigaciones y comentarios de los testigos, aparentemente los atacados fueron sorprendidos durante un alto que hicieron en la zona de la balacera.
Algunos estaban cargando gasolina, otros escuchando narcocorridos y otros más haciendo compras de cerveza y otros productos, en una tienda de conveniencia del lugar, en tanto que en el vehículo del trébol permanecieron el propio Arámbula Piña y el delegado Orozco Gil.
Cuando los sicarios les dispararon, algunas de las personas que estaban fuera de los vehículos repelieron la agresión y otros huyeron del lugar, lo cual se pudo constatar cuando se localizó el vehículo desde donde primero se abrió fuego, que fue robado en Estados Unidos y que presentaba impactos de arma de fuego y rastros de sangre.
En ambos grupos, refirió Carpio, sus integrantes se dedicaban al tráfico de drogas y entre estos, interactuaban territorialmente por toda la franja noroeste del país, desde el Estado de Sinaloa al municipio de Tijuana y en algunos casos, con cierta actividad en el municipio de Ensenada.
El Trébol (que se sigue pensando era el objetivo directo de este atentado) viajaba en el vehículo número 13 identificado por tener estampados unos tréboles en la unidad, como representativo de su apodo, aunque también se le conocía como El Loncho.
Este hombre, del que según esto la fiscalía tuvo informes después de los hechos por parte del área de inteligencia, al parecer estaba relacionado con otro individuo de apellido Osuna, fue detenido en un enfrentamiento "también hostil".
Por su parte, el secretario de Seguridad Ciudadana del Estado, comentó que sobre esta carrera no tuvieron información previa ni tampoco ninguna petición de los organizadores, ni de las autoridades, para que se les brindara seguridad.
Señalaron que los agresores del vehículo negro, desde donde se hicieron los primeros disparos, ya tenía -según investigaciones- por lo menos 24 horas en ese poblado y, por lo que se sabe, también las víctimas quienes estuvieron publicando en redes, como ya se dijo.
Hasta el momento de esa conferencia, según comentaron, sólo cinco personas se habían acercado a las autoridades para reclamar los cuerpos de los occisos.