La “caballada flaca”.
Por: Gilberto LAVENANT
Ante la crisis de valores, de confianza, de credibilidad, y sobre todo la violencia y la inseguridad, la política no es un tema que resulte atractivo para uchos mexicanos. Por el contrario, muchos, no quieren saber nada de política, o mejor dicho, no quisieran saber nada de los políticos.
Antes, cada 6 años, había la esperanza de que “ahora sí, habrá un cambio”, “ahora sí, se van a componer las cosas”, “ahora sí, nos va a ir mejor”. Para muchos, la última esperanza lo fue el panista Vicente Fox, pero su simplismo y su frivolidad, sus actitudes rancheras, fueron causa de una de las más serias decepciones políticas para los mexicanos.
Y sigue con sus simladas y sus ridiculeces. En días pasados, en San Diego, California, planteó que en México se deben legalizar las drogas y retirar al ejército de las calles. Y pensar que gobernó México durante 6 años. Qué vergüenza.
De ahí, lo más parecido a una esperanza, lo fue Andrés Manuel López Obrador, pero no fue suficiente, al grado que el sistema político, bajo el mando panista, le escamoteó el triunfo, creando desconcierto, primero, y luego más decepción, con Felipe Calderón.
Hoy, definitivamente, “la caballada está flaca”. Empezando por la “cuadra oficial”, en donde el Presidente Calderón, ocupado en su narcoguerra, no le dedicó tiempo a preparar a su “caballo negro”. De todos los que le rodean, como Secretarios de Estado, que en la época priísta, casi todos eran presidenciables, con posibilidades de triunfo, ahora todos quisieran y presumen serlo, pero ninguno tiene posibilidad alguna de ganar.
Por más que anden recorriendo el país, como quien camina en una pasarela, costeando sus viajes con recursos públicos.
La mejorcita. Josefina Vázquez Mota, que este fin de semana anduvo por Tijuana, todavía no alcanza el nivel requerido. Su paso por la Secretaría de Educación Pública, y su frustrado y ríspido encuentro con la maestra Elba Esther Gordillo, la dueña del SNTE y el Panal, demostró que no está preparada para asuntos mayores.
Según Consulta Mitofsky, conforme a los resultados de fines de marzo, para los panistas, Santiago Creel tiene un 40 % de preferencia, seguido por Josefina Vázquez Mota, con solo un 20 %, en tanto que los demás, Alonso Lujambio, Emilio González, Javier Lozano, Ernesto Cordero y Heriberto Félix, nada más no pintan.
Por más que presuman de seguridad y confianza, saben que las perspectivas para el 2012, no les son nada favorables.
Sin dar nombres, a la pregunta expresa "¿quién le gustaría que fuera el siguiente Presidente de México?" Consulta Mitofsky pudo percatarse que el político que sigue a la delantera de las encuestas, es el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, con 33 por ciento y que Andrés Manuel López Obrador, apenas alcanza un 11 %. Ni la MORENA que le acompaña le ha podido dar ventaja alguna.
En la misma tendencia, por cuanto hace a los partidos políticos, el PRI encabeza las intenciones del voto con 40 por ciento, seguido por el PRD y el PAN con 15 por ciento cada uno.
También es importante observar las posiciones que cada quien ocupa dentro de sus propios partidos.
Dentro del PRI, Peña Nieto tiene el 87 % del apoyo, seguido por Manlio Fabio, con 5 %. Aún así, Beltrones sigue siendo considerado como la “Opción B” del priísmo.
Entre los panistas, Creel tien el 40 % de preferencia, seguido por Josefina Vázquez Mota, con un 20 %.
Para los perredistas, el presidenciable, sin lugar a dudas lo es Andrés Manuel López Obrador, con un 68 %, seguido por Marcelo Ebrard con un 27 %.
Todo indica que la contienda del 2012, se dará entre el priísta Peña Nieto, seguido por el perredista López Obrador y en tercer lugar el panista Creel. Sin embargo, la “caballada está flaca”. Ninguno infunde confianza, ninguno motiva a los mexicanos para que se interesen en la política.
Mientras tanto, el panorama futuro de México es incierto. Un desempleo creciente, la narcoguerra implacable, la impunidad en toda la extensión de la palabra, la poca seguridad prevaleciente, en manos del ejército, reformas estructurales inalcanzable y, sobre todo, una pobreza lacerante para millones de mexicanos.
¿Para qué pensar en la política, si la política no quita el hambre, ni dá empleo, ni dá seguridad?
¿Cómo creer en los políticos, si mienten, mienten y siguen mintiendo?
Pronto vendrá el 2012, y luego le sigue el 2013, el 2014 y demás años del calendario. Ojalá que México siga resistiendo. Ojalá.