México debe tomar medidas que permitan adaptarse al cambio climático y reducir sus impactos, ya que para 2030 se necesitarán en el país 50% más de energía y alimentos, así como 30% de agua para consumo, de acuerdo con la diputada Graciela Saldaña Fraire, secretaria de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
“Los impactos del cambio climático en materia de agua perjudican el desarrollo económico, social y ambiental, poniendo en riesgo la seguridad de las naciones, y afectando también a sectores como la agricultura, energía, turismo e industria, entre otros”.
En el foro Agua: Escasez y Riesgos, desarrollado en la Cámara de Diputados, afirmó que los cambios se sienten con mayor fuerza en países en vías de desarrollo, debido a su vulnerabilidad, además de que algunas estaciones del año han comenzado a presentar variaciones.
“El fenómeno modifica las precipitaciones, la humedad del suelo, el vapor atmosférico y la temperatura del agua; habrá condiciones más extremas. La urbanización y la migración han exacerbado los recursos hídricos”.
Para el director del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), Rafael Aréstegui Ruiz, el país invierte más en reparar los daños ocasionados por fenómenos naturales que en prevenir los riesgos que implican.
El investigador del CESOP Gustavo Meixueiro presentó la Encuesta sobre la Percepción del Consumo y Escasez del Agua, la cual precisa que 80% de la población consultada afirma que el calentamiento global ha tenido un efecto en el aumento de inundaciones y sequías.
El trabajo, realizado vía telefónica a 631 personas, menciona que 45% de los entrevistados ha experimentado sequías en sus municipios y 57% piensa que el gobierno no hace un buen trabajo con las inundaciones.
13 por ciento se queda sin agua diariamente, mientras que otro 13 por ciento carece del líquido una vez a la semana. “Las personas con menos recursos económicos son quienes se quedan más seguido sin agua”, aclara.
Menciona que una de cada 10 toma agua directo de la llave; esto ocasiona que haya un porcentaje considerable de ellas en vulnerabilidad sanitaria.
Nueve de cada 10 personas paga su consumo; 3 de cada 10 piensa que el costo es excesivo y 54 por ciento no estaría dispuesto a pagar más para tener un mejor servicio, añade el estudio.
Kaleydoscopio (www.kaleydoscopio.mx)